Washington quiere hacer la prueba del sida a los mayores de 14 años

Las autoridades de la ciudad Washington quieren que toda la población entre 14 y 84 años se haga la prueba del sida, una medida de choque para frenar el alto porcentaje de infección en la capital del Estados Unidos. Se trata de la campaña más ambiciosa de las llevadas a cabo en EE UU en cuanto a su magnitud, ya que se dirige a los 400.000 mujeres, hombres y adolescentes que viven en la capital de la nación. Para hacerla posible, sus organizadores van a utilizar una prueba que, a partir de una muestra de saliva, ofrece resultados en 20 minutos con un 99,8% de acierto.

El objetivo último es facilitar la prueba para que se realice con la misma agilidad de las revisiones del colesterol o de la medición de la presión sanguínea. "Si somos serios para afrontar esta epidemia, el análisis del sida debe convertirse en rutina", señaló Marsha Martin, responsable de las políticas y programas de lucha contra la enfermedad de Washington.

El Departamento de Salud del Distrito de Columbia cuenta con 80.000 pruebas que ayer empezó a distribuir en las urgencias de los hospitales, consultas privadas, clínicas especializadas y centros de desintoxicación. A finales de año se habrán repartido todos los análisis y se habrá alcanzado una quinta parte del objetivo.

Junto a las pruebas se facilitará consejo y apoyo de especialistas que asistirán a los afectados y se asegurarán de que toman la medicación diagnosticada, según señala The Washington Post. Las autoridades locales no detallaron cuántos afectados por el virus hay, porque los datos están incompletos, pero sí se conoce la cifra de enfermos de sida en Washington, la ciudad con mayor tasa de infectados del país (129 de cada 100.000 personas), con un alto grado de incidencia sobre los afroamericanos.

En todo el país, se calcula el 25% de los portadores del virus no sabe que lo tiene. Ello arroja la cifra de unas 250.000 personas, ya que se calcula que un millón de estadounidenses viven con el VIH.

Esta situación de infradiagnóstico es común a todos los países. En España, se calcula que casi una de cada tres personas que tienen el VIH no lo sabe. Ello representa un peligro para ellos mismos, que llegan tarde a los tratamientos, y para sus parejas, que no se protegen.