Guipúzcoa y la Kutxa compran un fondo sobre los orígenes de la fotografía
La colección, valorada en 380.000 euros, suma más de 3.200 piezas de los siglos XVIII al XX
La Diputación de Guipúzcoa y la Fundación Kutxa han comprado de forma conjunta por 380.000 euros una colección privada integrada por más de 3.250 piezas relacionadas con el origen de la fotografía y el cine. La colección incluye imágenes, aparatos y documentos que abarcan desde el siglo XVIII hasta comienzos del XX. El Photomuseum de Zarautz ha comenzado ya la catalogación de todo el fondo, labor que espera concluir en unos cuatro meses. Luego se encargará de contextualizar el material, que en un futuro será expuesto al público.
La colección se encontraba en manos de una familia originaria del País Vasco francés que residió muchos años en América. Miembros de la familia iniciaron la recopilación de materiales "y las generaciones siguientes continuaron con ella, pero se había convertido en un almacén de cosas que ni los propietarios podían disfrutar, por lo que han decidido venderla con fines públicos", explicó ayer el director del Photomuseum, Leopoldo Zugaza, al presentar la adquisición.
Zugaza detalló que las piezas del fondo se pueden clasificar en cinco grandes grupos. Para empezar, incluye material ligado a los antecedentes técnicos de la fotografía, incluyendo cámaras oscuras, siluetas y fisionotrazos. Este último aparato fue inventado en 1786 por el profesor francés Guilles-Louises Chrétien y es una especie de pantógrafo que permite trasladar a una lámina de cobre el perfil del modelo elegido, que luego se retoca con aguatinta. Entre las piezas de esta parte del fondo se incluye un retrato realizado con fisionotrazo de Carlota Corday, la mujer que mató en 1793 al dirigente revolucionario francés Jean-Paul Marat.
Imágenes y aparatos
El segundo bloque de la colección se detiene en los primeros pasos de la fotografía, que quedan plasmados a través de cámaras, visores fotográficos, daguerrotipos, ambrotipos, ferrotipos y grabados.
Un tercer apartado repasa los géneros fotográficos: retratos, paisajes, desnudos, naturalezas muertas, fotografías de viajeros, autocromos,... El fondo incluye diversas obras destacadas del siglo XIX, como los retratos realizados por Etienne Carjat del poeta Charles Baudelaire y de la actriz Sarah Bernhardt.
La colección incluye también diversos aparatos que revisan los antecedentes de la imagen en movimiento: zootropos, linternas mágicas, siluetas articuladas, kinoras y sombras chinescas.
Entre las piezas compradas resalta un extraño aparato construido en 1852 por el óptico Jules Duboscq que permite crear la ilusión de la imagen en movimiento. También destaca una kinora inglesa de Herman Casler y Louis Lumière construida en Londres. Su rareza reside en la disposición de tres lupas que permiten que tres personas puedan observar una misma imagen a la vez. A ello se suman dos películas de George Méliès, uno de los pioneros de la dirección cinematográfica.
Por último, las fotografías del fondo muestran las diversas aplicaciones de este lenguaje gráfico, desde la identificación de los detenidos por los cuerpos policiales hasta el ocio, pasando por la publicidad y el periodismo.
La colección, en definitiva, reúne piezas que no están presentes en los museos guipuzcoanos y que enriquecerán el patrimonio cultural de la provincia, complementarán las colecciones ya existentes y aumentarán las posibilidades expositivas de entidades como la Filmoteca o el futuro Centro Internacional de Cultura Contemporánea, según resaltaron el diputado general, Joxe Joan González de Txabarri, y el presidente de la Kutxa, Carlos Etxepare.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.