El teatro Guthrie , obra de Jean Nouvel, cambia el rostro de Minneapolis
El edificio, sobre el río Misisipi, es el primer proyecto que el arquitecto inaugura en EE UU
El arquitecto francés Jean Nouvel ha cruzado por primera vez el Atlántico para dejar su impronta sobre la ciudad estadounidense de Minneapolis, donde el pasado fin de semana se inauguró la nueva sede del Guthrie Theater. El armónico edificio de color azul, que ha costado 125 millones de dólares (100 millones de euros) y que descansa sobre el río Misisipi, no es sólo un espectacular teatro de metal y cristal de 26.400 metros cuadrados que alberga tres escenarios. El matrimonio entre el edificio y su entorno, entre el pasado y el futuro, lo ha convertido en la construcción más alabada por los expertos desde que Frank Gehry renovara el rostro de Bilbao con el Museo Guggenheim.
"Yo tengo una actitud. En este caso, se trata de percepción, de fluidez de historia y de contexto, de construir un edificio que conversa con lo que tiene alrededor, que respeta la historia y que mira hacia delante", declaró durante la inauguración este arquitecto de 60 años, responsable también de la reciente ampliación del Museo Reina Sofía de Madrid y del Museo del Quai de Branly, que inauguró la semana pasada en París el presidente francés, Jacques Chirac.
Cerca de 20.000 personas acudieron el domingo a los conciertos y fiestas organizados en el Guthrie Theater para celebrar su apertura. El próximo 15 de julio se levantará el telón por primera vez sobre su escenario principal, con capacidad para 1.100 personas y concebido para presentar obras clásicas, con el estreno de El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald. Además, un escenario para 700 personas y otro para 200 permitirán que producciones de corte más contemporáneo se presenten en uno de los teatros con una de las trayectorias más respetadas de Estados Unidos.
El edificio de Nouvel sustituye a la antigua sede del Guthrie Theater, diseñada en 1963 por el arquitecto Ralph Rapson. Aquel edificio de fachada mondrianesca albergaba un auditorio modernista concebido de tal forma que ninguno de sus 1.100 espectadores estuviera a más de 15 metros de distancia de los actores. La idea fue desarrollada entre Rapson y Tyrone Guthrie, el director teatral británico que impulsó la creación de un teatro nacido como reacción a la comercialización de Broadway y que albergó una de las principales compañías del teatro regional estadounidense, donde se combinó el repertorio clásico con la experimentación en oposición a las producciones light que se adueñaron de Nueva York en los sesenta.
Nouvel, consciente del peso histórico de la institución, ha reproducido aquel escenario, aunque dándole un toque propio, mientras que para el exterior del edificio se ha inspirado en el paisaje circundante, dominado por la presencia del río Misisipi, sobre el que Nouvel ha lanzado un puente voladizo, el Endless Bridge (el puente interminable), al que se puede acceder sin necesidad de adquirir una entrada para el teatro. Los edificios industriales de la zona, junto a un paisaje de molinos y trigales, también han encontrado su reflejo en el exterior de una construcción sobre la que también se han reproducido carteles de obras clásicas pertenecientes al glorioso pasado del teatro.
El Guthrie Theater es la primera construcción de Nouvel en Estados Unidos pero no la única, ya que el arquitecto está a punto de inaugurar un edificio de apartamentos en el barrio del Soho en Nueva York. El edificio es la culminación del proceso de modernización del skyline de Minneapolis, donde los suizos Herzog y De Meuron acaban de inaugurar la ampliación del Walker Art Center y donde el argentino Cesar Pelli ha construido la nueva sede de la biblioteca pública.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.