Los anglicanos de EE UU eligen a una mujer para dirigir su iglesia

Sorprendió al mundo cristiano en 2003 al ordenar al primer obispo homosexual. La iglesia episcopaliana (rama anglicana de EE UU) volvió a sacudir los cimientos de la cristiandad el domingo al elegir a una mujer, la obispo de Nevada Katharine Jefferts Schori, para liderar su confesión. La decisión no tiene precedentes y anticipa otra tormenta. Hace 30 años, los episcopalianos aprobaban que las mujeres pudieran ser ordenadas sacerdotes, el primer paso que abrió la puerta a la elección de Jefferts Schori. Y a la polémica, engordada con otras decisiones progresistas.

Con 77 millones de seguidores, los anglicanos son la tercera iglesia cristiana en importancia del mundo. En EE UU los episcopalianos cuentan con 2,3 millones de fieles sobre una población cercana a los 300 millones. A diferencia de la católica, no tiene una estructura jerárquica vertical. Por tanto, las decisiones del sínodo de EE UU son vinculantes sólo para su territorio.

Jefferts Schori, de 52 años, casada y con una hija, sucederá al obispo Frank T. Griswold, quien se retirará en noviembre tras haber cumplido nueve años en el cargo. El 4 de ese mismo mes la obispo de Nevada asumirá su cargo en una ceremonia en la catedral Nacional de Washington.

El obispo de Rochester daba por hecho en una entrevista concedida al diario británico The Daily Telegraph que se avecina un cisma. La reacción del arzobispo de Canterbury, máxima autoridad de los anglicanos en Reino Unido, será determinante.

Cuando en 2003 se celebró la convención que ordenó a Gene Robinson obispo de New Hampshire se hizo algo más que ordenar a un obispo: se colocó al frente de la Iglesia de ese Estado por primera vez en la historia a un homosexual. La decisión levantó mucha polémica. Varias congregaciones norteamericanas abandonaran la iglesia, y hubo incluso primados en otros países que amenazaron con provocar una escisión. Jefferts dio todo su apoyo a Robinson, y la Diócesis Episcopal de Nevada dio la bendición a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

La elección de Jefferts al frente de la Iglesia tensará aun más las relaciones entre tres diócesis (de un total de 100) de Estados Unidos y muchas provincias anglicanas que rechazan ordenar mujeres sacerdotes, aseguraron los críticos de la nueva líder. Sólo las congregaciones de Nueva Zelanda y Canadá, cuentan con mujeres obispos, a pesar de que algunas otras permiten a las mujeres acceder al puesto. "Dios da la bienvenida a todos los presentes en esta mesa. Y los marginados son especialmente bienvenidos", dijo el domingo la nueva jerarca.

No es la primera vez que Jefferts compite en un mundo tradicionalmente masculino. Como oceanógrafa y piloto, sus profesiones y pasiones, ya lo había hecho antes. En su elección para dirigir su Iglesia compitió con otros seis candidatos, todos hombres. Ella se contaba entre los más jóvenes. 95 votos fueron para Jefferts y 93 se los repartieron el resto de los candidatos. Su ascensión ha sido meteórica: fue ordenada hace 12 años. Más de mil clérigos, amigos y líderes de comunidades recibieron con una ovación a su nueva jefa. La mujer alta y de sonrisa tímida que dirigirá los destinos de los episcopalianos dijo en inglés y en español sentirse "sorprendida y honrada". "Será una gran aventura".

"Recuerdo cuando decían que la ordenación de mujeres iba a dividir a la iglesia", comentaba al The New York Times Susan Rusell, presidenta de Integrity, grupo de defensa de los episcopalianos gays y lesbianas. "Lo que ha sucedido es maravilloso, hemos colocado a una mujer en la cúpula". Cómo afecte este nombramiento al futuro de los anglicanos tendrá su primera prueba en una reunión de todos los primados en Tanzania el próximo año.