_
_
_
_

El abogado secuestrado y apaelado creyó que le "quedaba poco de vida"

La Guardia Civil investiga una agresión "poco clara"

"Sentía que se me acababa la vida, que me quedaba poca vida", con estas frases el abogado barcelonés Esteve Ferrer Valencia explicaba ayer sus padecimientos sufridos, mientras dos jovenes, de aspecto magrebí, le apaleaban y torturaban para acabar secuestrándolo durante dos horas, hasta creerlo muerto. El caso está siendo investigado por la Guardia Civil, que cree que la agresión "es poco clara".

Esteve Ferrer , 57 años, casado y padre de dos hijos, abogado laboralista, fue asaltado el sábado en la madrugada, cuando se disponía a aparcar su coche cerca de una discoteca en Martorell, mientras su esposa y una pareja amiga esperaban en la puerta del establecimiento. Los asaltantes, tras exigirle que le entregaran todo el dinero que llevaba encima, le agredieron de manera paciente y continuada, hasta darle por muerto. Luego metieron su cuerpo en el interior del maletero del coche, en el que viajaron durante cerca de una hora, hasta que lo arrojaron en medio de un descampado, no sin antes robarle los zapatos.

"Cuando les dije que iba a avisar a la policía, se violentaron mucho. Me dieron golpes por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza. Caí al suelo y no sé ni cómo me di cuenta de que estaba dentro del maletero", explicaba ayer la víctima, con la cabeza y un ojo vendados, y heridas en los cinco dedos de la mano derecha como consecuencia de los cortes minuciosos que le efectuaron los ladrones, cuando se negó a darle lo que solicitaban.

Los asaltantes le dispararon también con una pistola de balines. Tres proyectiles quedaron incrustados en la barriga y un cuarto en la cabeza. La víctima decidió entonces dejarse caer al suelo, tratando así de dar la sensación de que estaba muerto, lo que al parecer asustó a los asaltantes, que metieron su cuerpo en el interior del maletero, para viajar durante 30 o 40 kilómetros. Luego dejaron su cuerpo en un descampado, desde donde la víctima caminó hasta una casa cercana. Llamó desde la verja de entrada por el interfono, pidiendo ayuda, y aunque no le abrieron la puerta, los dueños de la casa llamaron a la Guardia Civil. Faltaban 20 minutos para las cuatro de la madrugada cuando acabó su pesadilla.

"Le podría haber pasado a cualquiera", aseguró ayer el abogado, tratando así de eliminar cualquier sospecha de que pudiera tratarse de un acto de venganza o una agresión por encargo, efectuada por unos sicarios. La Guardia Civil no ha descartado, sin embargo, ninguna posibilidad y de acuerdo con un juzgado de Vilafanca del Penedès, ha empezado una investigación en profundidad con respecto a un tema, que no ven "del todo claro".

El abogado Ferrer tras pasar varias horas en un hospital, fue dado de alta ayer, para seguir una cura de reposo en su domicilio de Corbera de Llobregat , donde vive desde hace más de 20 años. Los familiares trataron ayer de proteger al hombre del acoso de la prensa, y pidieron por favor que no se le molestara más y no le hicieran más preguntas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_