Lugares para perderse

Ourense

01 La Ribeira Sacra

El cañón del río Sil sirve de hilo conductor para esta ruta por la provincia de Ourense, que toma el nombre de los muchos cenobios que hubo en las ribeiras de este río galaico-leonés. Aún hoy se contabilizan en la zona 18 monasterios medievales. La Ribeira Sacra sirve para descubrir una Galicia rural de paisajes grandiosos y escarpados, en cuyas laderas se cultiva en bancales uva para los vinos de la denominación de origen. Todo, en los antípodas del bullicio veraniego de las Rías Bajas. Por la orilla meridional del Sil, y hasta la confluencia con el Miño, van apareciendo lugares cargados de historia: San Pedro de Rocas, el santuario eremítico más antiguo de Galicia; Santo Estevo de Ribas do Sil, antiguo cenobio benedictino hoy reconvertido en parador de turismo; el monasterio de Santa María de Montederramo, en cuyo documento fundacional (siglo XII) ya se habla de la "Rivoira Sacrata". Varias empresas organizan paseos en barco por el río y otras actividades fluviales. Más información: Patronato Provincial de Turismo de Ourense (988 39 10 85). Para dormir: parador de Santo Estevo. Nogueira de Ramuñín (988 01 01 10. habitación doble, 140 euros).

Girona

02 Cap de Creus

El Cap de Creus es el extremo más oriental de la península Ibérica. También el punto final de la cordillera pirenaica, que se hunde en el Mediterráneo en esta esquina de Girona. Pero Creus es sobre todo un paisaje torturado y misterioso, más lunar que terrícola, que contrasta con el bullicio de la Costa Brava. Todos sus cantiles y calas son dignos de una película de misterio, una sensación amplificada por la casi constante presencia de la tramontana, viento frío e impetuoso que barre lo que se pone a su paso. En Creus se rodó la película El faro del fin del mundo, con Kirk Douglas, y para ambientarla se construyó un faro cuyas ruinas rivalizaron durante mucho tiempo con el faro automático, que señaliza el peligro del promontorio a las embarcaciones. Desde Cadaqués se puede acceder al cabo a pie por el camino de ronda, en un tren turístico (salidas a las 12.00) o en coche siguiendo las indicaciones de Cap de Creus. Hay también un servicio de barcas desde el puerto de Cadaqués que funciona de junio a septiembre. Oficina de Turismo de Cadaqués (972 25 83 15).

Sevilla

03 La Cartuja de Cazalla de la Sierra

Desconocida por la mayoría de viajeros de fuera de la comunidad andaluza, la Sierra Norte de Sevilla es el contrapunto a esa idea tópica de la Andalucía reseca y marrón. La mancha de alcornoques, encinas, castaños y robles ocupa un tercio de la superficie de la provincia de Sevilla, con pueblos blancos de espíritu arabesco, como Constantina, Cazalla de la Sierra o El Pedroso, y muchos atractivos naturales, como el nacimiento del río Huéznar y la vía verde de la Sierra Norte. Para alojarse, nada más apropiado que La Cartuja de Cazalla, antiguo monasterio cartujo recuperado desde la más pura ruina por Carmen Ladrón de Guevara con una restauración merecedora del Premio Europa Nostra en 1987. En verano organizan festivales de flamenco, exposiciones, conferencias, etcétera. La Cartuja de Cazalla. Ctra. Cazalla-Constantina, kilómetro 2,5 (954 88 45 16. La Habitación doble con desayuno, 90 euros; 10% de descuento la segunda noche). Casa para 6-7 plazas, 120 euros por noche (mínimo dos noches). Tiene restaurante propio y piscina. Para los no alojados, la entrada cuesta tres euros. Abierto de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00.

Alicante

04 Los valles de la Marina Alta

Poco más de 30 minutos en coche separan la costa alicantina de estos tres pequeños y escondidos valles de innegable sabor levantino. Son Gallinera, Alcalá y Ebo, últimos reductos moriscos de Alicante. Un paraje sacado de un relato costumbrista: huertas, aldeas blancas, calles frescas, palmeras y frutales, y campanarios despuntando sobre los tejados de adobe. Los antípodas del tópico de sol y playa. Se accede a estos valles desde Pego por la carretera comarcal CV-700. Poco a poco van surgiendo localidades de otro tiempo con nombres a los que les delata su pasado árabe, como Benirrama, Benissivá, Benitaia, Benissilí. La esencia cultural y paisajística de la Marina Alta proviene del mestizaje. Los moriscos alicantinos, musulmanes convertidos forzosamente al cristianismo tras la Reconquista, vivieron en estos parajes alejados durante varios siglos más después de la caída de Granada. Hasta que en 1609 se decretó su expulsión del reino. Aún quedan en el Vall de Gallinera restos de aquellos poblados moriscos, abandonados por sus habitantes forzosamente de la noche a la mañana. Y para dormir, un capricho: la casa rural Gallinera, en Benissivá. Más información: oficina de Turismo de Pego y Les Valls (966 40 08 43). Casa rural Gallinera (696 06 45 29; Habitación doble, desde 73 euros).

Girona

05 La Garrotxa

Comarca singular donde las haya, la Garrotxa queda a pocos kilómetros de la Costa Brava y a años luz del turismo masivo. A La Garrotxa se va a disfrutar de la cocina volcánica; de la Fageda (hayedo) d'en Jordà, un sorprendente bosque de hayas que ha sobrevivido en estas latitudes gracias al microclima local, y sobre todo de la ruta de los volcanes. Hay más de 30 antiguos conos en la comarca, vestigios de la actividad volcánica de hace miles de años. Aunque conviene advertir que los volcanes de la Garrotxa no son indómitos conos humeantes, sino humildes montículos limados y pulidos por una erosión milenaria y camuflados por una densa vegetación que obliga muchas veces a interpretarlos más que a verlos dentro del paisaje. Aun así, una excursión al volcán de Santa Margarida permite sentirse por unas horas en el fondo de un cráter, con las laderas tapizadas por verdes prados y una pequeña ermita románica en el centro. Es una de las imágenes más encantadoras de esta comarca gerundense, pero hay más lugares de cuento: Castellfolit de la Roca, encrestado en lo alto de un viejo cono de basalto; Besalú, con un monumental puente-fortificado; Olot, la capital de la comarca. Más información: Oficina de Turismo de Olot (972 26 60 12).

Huesca

06 El valle del Isábena

Escondido entre los pliegues pirenaicos, cerca de la raya que separaba los antiguos condados de Cataluña y Aragón, el valle del Isábena es una de esas porciones del Pirineo que han quedado al resguardo de la masificación. La joya monumental del valle es Roda de Isábena con su catedral, un templo bellísimo de orígenes románicos que los condes de Ribagorza decidieron levantar en 957. Hay que visitar también La Puebla de Roda, antigua clavería dependiente de la catedral, que conserva una curiosa calle Mayor cercenada por tres arcos. Hay más pueblos con encanto, como Serraduy del Pon. Y un balneario, el de Vilas del Turbón, al pie del macizo del Turbón, donde la mitología pirenaica sitúa la morada de gigantes y hadas. Para dormir: la Hospedería de Roda de Isábena (974 54 45 54). Para comer: restaurante La Catedral (974 54 45 45). visitas a la catedral y el museo (974 54 45 35).

Huesca

07 Las iglesias mozárabes del Serrablo

Toda una sorpresa en el Pirineo aragonés. A ambos lados de la carretera que sube al valle de Tena, una de las más concurridas del verano pirenaico, se esconde una serie de iglesias mozárabes construidas entre los siglos X y XI en las riberas del río Gállego. Isún de Basa, Satué, Lárrede y Oliván son algunas de las localidades que cuentan con una de estas pequeñas joyas de la arquitectura medieval. Las iglesias estuvieron olvidadas y casi en ruinas durante siglos, hasta que la labor de algunos historiadores y la acción entusiasta de la Asociación de Amigos del Serrablo las puso otra vez en el mapa. Las restauraciones han realzado lo mejor de cada una de ellas. La ruta debe pasar también por San Juan de Busa, una de las ermitas más humildes, pero con mayor carga de simbolismo y magia. Para terminar, nada mejor que la iglesia de San Bartolomé de Gavín, a las afueras de Gavín. Más información: Ayuntamiento y Oficina de Turismo de sabiñánigo (974 48 00 05).

Cádiz

08 Ballenas y delfines en Tarifa

No todos saben que, además de ser la capital europea del viento, Tarifa es también uno de los mejores lugares de la Península para avistar grandes cetáceos. El estrecho de Gibraltar actúa como un embudo natural por el que deben pasar obligatoriamente delfines, ballenas, cachalotes y hasta orcas en sus migraciones entre el Mediterráneo y el Atlántico. Y Tarifa está ubicada en mitad de ese embudo. Varias empresas organizan durante todo el año salidas en barcos adaptados para observar el paso de estos grandes animales: delfines listados y comunes, y ballenas piloto, a los que hay que sumar, en temporada veraniega, cachalotes, rorcuales y cuatro tipos diferentes de orcas. Firmm (956 62 70 08), Whale Wacht España (956 68 22 47) y Tumares (956 68 07 41). salidas diarias durante todo el año. Los precios varían entre 27 y 30 euros (niños, 20 euros).

Córdoba

09 Castillo de Almodóvar del Río

A un tiro de piedra de la mezquita de Córdoba se levanta la silueta perfecta del castillo de Almodóvar del Río, la obra personal del conde de Torralva. Hacia 1901, el conde acometió una ingente labor de restauración, costeándola de su propio bolsillo, en vez de desmontarlo y vender sus sillares como piedra de construcción, como hicieron otros nobles. La magnífica fortaleza-palacio es una de las mejores conservadas de España y se asoma al río Guadalquivir. Tiene un marcado estilo gótico-mudéjar y fue reedificada por Enrique II en el siglo XIV sobre un antiguo fortín árabe. Pedro I el Cruel trasladó su corte aquí. Las salas están ambientadas con maniquíes que ayudan a comprender la vida diaria en una fortaleza medieval. Abierto de 11.00 a 14.30 y de 16.00 a 20.00. sábados y festivos, abierto a mediodía. Precio: 5 euros.

Málaga

10 Fiesta del Vino de Cómpeta

La Costa del Sol es la fachada más cosmopolita de la provincia de Málaga. Pero por detrás de este escaparate mundano hay toda una serranía morisca de pueblos encalados, La Axarquía, contrapunto al verano costero y masivo. Hay muchas cosas que ver o hacer en La Axarquía en verano. Entre ellas, ir a la Fiesta del Vino de Cómpeta, el 15 de agosto. Cómpeta es una de las localidades más bonitas de La Axarquía, y su vino dulce de uva moscatel, una excelencia gastronómica. La mañana del 15 hay una pisa de uva y bailes regionales en la plaza de la Vendimia, con fandangos y pandas de verdiales, seguido de comida con degustación de vino gratuita para todos los asistentes. Por la noche, recital flamenco y, por supuesto, más vino y baile. oficina de Turismo de Cómpeta (952 55 36 85; www.competa.es).

Cádiz

11 Parque de los Alcornocales

A un paso de la costa gaditana y de las playas del sur de Málaga se extiende el mayor bosque autóctono mediterráneo de Andalucía, el parque natural de los Alcornocales. Una gran mancha verde-rojiza de alcornoques, encinas, acebuches y algarrobos que ha sobrevivido en este extremo meridional de la Península por una conjunción de factores no sólo medioambientales, sino también económicos, ya que la extracción del corcho fue siempre una de las principales fuentes de ingresos para los pueblos de la zona. Los Alcornocales es un parque para caminar. Existen muchos senderos señalizados, como los que suben al pico del Aljibe o los que se internan en alguno de los célebres canutos, gargantas estrechas de las cabeceras de los arroyos en los que el microclima ha permitido la supervivencia de matorral de laurisilva (brezos, avellanillos, laurel, acebo o helechos). Puede hacerse una ruta en coche por sus pueblos encalados de nombres tan evocadores como Jimena de la Frontera, Benalup de Sidonia o Alcalá de los Gazules. Más información: Oficina de Turismo de Jimena de la Frontera (956 64 05 69) y Parque de los Alcornocales (956 41 33 07). Para dormir: Hotel Jimena Real (956 64 14 79).

Málaga

12 Ronda y el valle del Genal

Ronda recibe una avalancha de turistas cada verano. Y con razón. Existen pocos pueblos tan hermosos como éste. Pero la serranía que la rodea guarda también lugares secretos para desviarse cuando el puente, el Tajo y la plaza de toros rondeños están saturados de visitantes. Uno de ellos es el valle del Genal, conocido también como la "ruta de los castaños" por los grandes bosques que cubren las laderas del valle. Una pequeña y sinuosa carretera lleva a localidades humildes y blancas de impronta arabesca y nombres imposibles, como Parauta, Cartajima, Farraján o Júzcar. El mayor atractivo de la ruta son los paisajes, el entorno natural y la gastronomía de la zona. Y el placer de disfrutar de una serranía de leyenda, cantada por los viajeros románticos del XIX, sin agobios de temporada alta. Quedan ejemplos de arquitectura serrana popular en los pueblos, aunque ya muy salpicada de nuevas construcciones. Hay senderos señalizados. Más información: Oficina Municipal de Turismo de Ronda (952 18 71 19; www.turismoderonda.es). Centro de Iniciativas Turísticas (952 87 07 39; www.serraniaronda.org) para alojamiento rural

Granada

13 La vereda de la Estrella

La carretera que sube a la estación de esquí de Sierra Nevada es el acceso principal a este parque nacional granadino. Pero no siempre fue así. Hasta la construcción del complejo invernal, los granadinos usaban el "tranvía de la sierra", un tren de vía estrecha que unía la capital con Güejar Sierra por el valle del Genil. El ferrocarril se desmontó en 1974, pero su plataforma nos permite ahora adentrarnos en coche por una vertiente muy desconocida de Sierra Nevada. Desde Güejar Sierra se puede entrar hasta el merendero del barranco de San Juan, donde estaba la última estación del tranvía. Allí hay pozas de agua limpia alimentadas por el Genil. Junto al merendero del barranco de San Juan nace también la vereda de la Estrella, una antigua pista de acceso a las minas de la Estrella, explotadas desde época árabe. La senda tiene nueve kilómetros de longitud y permite ir remontado la cabecera del Genil por un espectacular paisaje de alta montaña. Hay varios merenderos sobre la antigua plataforma del tranvía, como Los Castaños, Casa Chiquito y Barranco San Juan. Para dormir, en Güejar Sierra: Hotel Rural Mirasierra (958 48 44 12. Habitación doble, 54 euros) y Hotel Juan Francisco (958 48 45 02. Habitación doble, 30 euros).

Huelva

14 Tren minero y museo de Río Tinto

El cierre definitivo de las minas de Río Tinto, en Huelva, planteó la necesidad de revitalizar la comarca dando otros usos a las instalaciones. Resultado de este plan dinamizador es el Museo Minero, que ocupa los pabellones del antiguo hospital Inglés en la localidad de Río Tinto, un bello edificio modernista de 1927. La muestra recoge la historia de la minería en el valle, desde la presencia romana (con monedas, cerámicas y esculturas originales) hasta la llegada de las empresas inglesas, con una recreación en el sótano de una mina romana que sobrecoge por sus dimensiones y las condiciones de trabajo. La excursión puede completarse con una visita a la Galería Minera Peña Hierro, una explotación auténtica de la que se recorren 200 metros de túneles, y un paseo en un auténtico tren minero readaptado para mostrar a los visitantes el paisaje marciano del valle del río Tinto. Información y venta de entradas: en el Museo Minero. Plaza del Museo, s/n. Río Tinto (959 59 00 25). Existe un bono turístico que incluye las tres visitas (ferrocarril minero, museo y galeria) por 17 euros para adultos y 14 para niños. De venta en el Museo Minero.

Murcia

15 Calas de Calblanque

A un paso de la masificada Manga del Mar Menor existe un entorno costero de calas naturales, dunas fósiles, acantilados, largas playas doradas… y ni un solo edificio. De momento. El parque regional de Calblanque, paraíso marítimo-terrestre y la cara más salvaje y natural de la costa murciana. Calblanque es un modelo de ecosistema mediterráneo sin contaminar. Playas arenosas, acantilados y dunas fósiles de gran interés geológico se reparten en esta banda costera cercana al cabo de Palos, en la que los restos de algunas explotaciones mineras y dos núcleos de casas cúbicas y encaladas -Covaticas y La Jordana- son los únicos vestigios del paso del hombre. En el centro de interpretación facilitan mapas con itinerarios para recorrer a pie uno de los escasos espacios vírgenes del Mediterráneo español. Más información: Oficina de Turismo de Cartagena (968 52 14 27; www.murciaturistica.es).

Huelva

16 Reserva del Castillo de las Guardas

Una antigua mina a cielo abierto, a 60 kilómetros de Sevilla, de la que se extrajo oro, cobre y hierro desde época romana, se ha reconvertido en el hogar de tigres de Bengala, elefantes, canguros, jirafas, osos pardos, dromedarios, cebras, rinocerontes y una representación de la fauna de los cinco continentes. La reserva natural del Castillo de las Guardas, a las afueras de esta antigua localidad minera, permite disfrutar en familia de un recorrido de 10 kilómetros en vehículo por diversos hábitats, con animales en semilibertad que en muchos casos incluso se acercan a las ventanillas del coche. El torturado paisaje de esta explotación minera en desuso aporta singularidad al decorado. Reserva Natural del Castillo de las Guardas. Sevilla. CArretera A-476, kilómetro 6,820 (955 95 25 68). Niños, 12 euros; adultos, 15 euros. Abierto de 10.30 a 17.00. Tiene alojamiento en cabañas de madera.

Castellón

17 Morella

Morella es famosa por su impactante silueta desde la carretera de Vinaroz, con su recinto amurallado coronando una montaña puntiaguda, y por la perfección de su casco monumental, que se adapta a las irregularidades de la montaña. Morella es la capital de la comarca de Els Ports y una de las ciudades más atractivas del Mediterráneo. Este verano además hay razón extra para la visita: se celebra el Sexenni, una de las fiestas más antiguas y famosas de la Comunidad Valenciana, en recuerdo de una rogativa del siglo XVII que salvó a la ciudad de la peste. El punto culminante es la romería de la Verge de la Vallivana, llevada a hombros desde su santuario hasta Morella. La fiesta se celebra cada seis años. Más información: oficina de Turismo de Morella (964 17 30 32). El Sexenni 2006 se celebra del 17 al 29 de agosto.