El Gobierno de Nepal y la guerrilla maoísta ponen fin a la guerra

El Gobierno nepalí y la guerrilla maoísta acordaron ayer la disolución del Parlamento y la creación de una Administración interina, de la que formarán parte los rebeldes, como paso previo a la convocatoria de elecciones para una Asamblea Constituyente. El histórico acuerdo, que sigue a una reunión entre los dirigentes políticos nepalíes y el líder de los maoístas, Prachanda, sienta las bases para acabar con 10 años de conflicto que han causado 13.000 muertos.

"Es una decisión histórica, y moverá el país hacia una nueva dirección", dijo el jefe maoísta. El acuerdo se logró tras casi 10 horas de negociaciones, en las que el Gobierno y los principales partidos cedieron a algunas de las principales pretensiones de los rebeldes. El primer ministro, Girija Prasad Koirala, y el líder del Partido Comunista de Nepal (CPN)-Maoísta, Pushpa Kamal Dahal, conocido como Prachanda, departieron durante dos horas. Después se incorporaron los líderes de la gobernante Alianza de Siete Partidos.

Tras el encuentro, el jefe rebelde informó de que los maoístas también disolverán sus gobiernos paralelos establecidos en las zonas rurales bajo su control, en una conferencia de prensa conjunta con miembros del Gobierno y de los otros partidos. "Disolveremos el antiguo Parlamento, disolveremos nuestros gobiernos, éste es el principal espíritu de la decisión tomada en la reunión de hoy", explicó. "En un plazo de tres semanas, estará preparada una nueva Constitución interina, y después, se formará el nuevo Gobierno interino", añadió Prachanda. El líder maoísta, en su primera visita conocida a la capital, Katmandú, en décadas, expresó su deseo de que dicho Ejecutivo se forme en un mes.

"Este consenso puede jugar un papel muy importante a la hora de resolver los problemas del país", uno de los más pequeños y empobrecidos del mundo, dijo el ministro del Interior y jefe de los negociadores, Krishna Prasad Situala.

El Gobierno interino asumirá las funciones del Parlamento hasta que se celebren los comicios para una asamblea constituyente, que según Prachanda, deberían desarrollarse como muy tarde en mayo de 2007. Esta asamblea redactará una nueva Constitución.

El proceso de paz cobró fuerza después de que en abril pasado, el rey Gyanendra, que gobernaba el pequeño país asiático con mano de hierro, cediera al clamor popular y reinstaurase el Parlamento, que había disuelto en 2002. Los rebeldes declararon una tregua, y en mayo, el Parlamento recortó los poderes del rey y le retiró el control del Ejército, una de las principales exigencias de los maoístas, que desde 1996 luchan para derrocar la monarquía e implantar una república comunista.