El Supremo israelí autoriza al asesino de Rabin a tener un hijo por inseminación artifical
El Tribunal Supremo de Israel autorizó ayer a Yigal Amir, el extremista judío que hace 10 años asesinó al primer ministro Isaac Rabin, a engendrar un hijo con su esposa a través de inseminación artificial. Amir, que cumple cadena perpetua por el magnicidio, tiene prohibidos los vis a vis conyugales. "En un régimen constitucional de verdad, el abanico de los derechos humanos protege a la persona en la medida en que es persona, incluido un criminal encarcelado", afirmó el Tribunal al rechazar el recurso de dos ex diputados laboristas contra la decisión de Instituciones Penitenciarias de permitir, en marzo pasado, que la pareja iniciara un tratamiento de fertilidad.
Los jueces han tenido en cuenta, asimismo, que un país es también valorado por el modo en que trata "a sus criminales más abominables, los que intentan socavar sus cimientos morales".
Amir disparó contra el entonces jefe de Gobierno en una plaza de Tel Aviv al final de una marcha pacifista, por haber firmado dos años antes los acuerdos de Oslo con Yasir Arafat. Nunca se ha arrepentido de su crimen.
El extremista se casó por poderes en 2004 con Larisa Trimbobler, una inmigrante rusa divorciada y madre de cuatro hijos a la que conocía desde antes del atentado. La pareja inició su batalla en los tribunales para engendrar un hijo por inseminación artificial a principios de año. Dos días después de que Instituciones Penitenciarias autorizara el tratamiento, decisión que quedó paralizada al ser recurrida ante el Supremo, unos guardas de la prisión sorprendieron a Amir cuando intentaba pasar a escondidas a Trimbobler una bolsa de plástico con esperma.
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