En solidaridad
Los abajo firmantes nos solidarizamos con la carta de María Rosa de Madariaga titulada Mizzian y las relaciones con Marruecos que EL PAÍS ha publicado el 9 de junio. Las relaciones con nuestro país vecino deben estar construidas sobre la amistad de los pueblos y no en la adulación de los poderosos y, en todo caso, no a cualquier precio.
Consideramos un error la implicación a un alto nivel de nuestras autoridades en la inauguración de la fundación que lleva el nombre de alguien que en ningún caso debe ser recordado como "símbolo de la proximidad con España", según rezaba un artículo del diario Le Matin el 28 de mayo. La historia común que Marruecos y España deben forjar para construir su vecindad debe instalarse sobre valores compartidos de libertad, democracia y derechos humanos. Las historias que se conocen de este militar marroquí que participó en el aplastamiento de la sublevación de Asturias y en episodios negros de la Guerra Civil deben ser conocidas por los marroquíes de bien, que no querrán tener en su "santoral" de héroes nacionales a figuras como ésta.