Los sindicatos de la UPV amenazan con retrasar las actas de los exámenes
Aumentan su presión sobre Educación ante la reunión negociadora del viernes
Los sindicatos de la UPV anunciaron ayer que van a pedir a los profesores de la universidad que retrasen la firma de las actas de los exámenes hasta el 15 de julio. Con esta nueva medida, las centrales pretenden presionar al Departamento de Educación para que mejore su oferta de subida salarial a los docentes, que califican de ridícula. Fuentes de la consejería tacharon de "inaceptable" esta iniciativa, aunque se mantiene la cita prevista para el viernes. Las nuevas medidas de presión alejan el principio de acercamiento que se produjo en la última reunión negociadora.
Los representantes sindicales no ocultaron su impaciencia por la falta de resultados en la negociación con el departamento que dirige e Tontxu Campos (EA) y su discurso, a cuatro días de una nueva cita, se endureció en el fondo y en la forma. De hecho, las "medidas de presión", a las que las centrales no han querido renunciar desde que se reanudaran las conversaciones el mes pasado, tomaron forma. Los sindicatos anunciaron que pedirán a los profesores que retrasen la firma de las actas de los exámenes hasta el 15 de julio. La consejería calificó de "inaceptable" esta medida, que podría afectar, de llevarse a cabo, a los 48.000 alumnos de primero y segundo ciclo de la UPV. Pese a ello, la consejería mantiene la reunión convocada para este viernes.
El aparente acercamiento de posturas de sindicatos y Educación tras la reunión del pasado jueves se diluyó ayer entre las críticas al Gobierno vasco y el anuncio de nuevas medidas de presión. Los representantes sindicales no ocultaron su impaciencia por la falta de resultados de la negociación con el área de Tontxu Campos (EA) y su discurso, a cuatro días de una nueva cita, se endureció en el fondo y en la forma. De hecho, las "medidas de presión", a las que las centrales no han querido renunciar desde que se reanudaran las conversaciones el mes pasado, tomaron forma.
Concluidas las clases, los exámenes se han convertido en el instrumento elegido por las centrales para obligar a Educación a reconsiderar su posición. Por el momento, pedirán a los profesores que retrasen la firma de las actas de las evaluaciones hasta el 15 de julio. Sin esta rúbrica, los exámenes no tienen validez oficial, no son reconocidos por la Administración y no permiten el paso de curso o el término de una carrera. Tampoco es posible acceder a una titulación superior, porque las actas de las pruebas de selectividad también las firman profesores de universidad.
Precisamente, los algo más de 8.000 alumnos de enseñanza secundaria que concluyeron el viernes esta prueba pueden sufrir una demora en su proceso de matriculación debido a los problemas administrativos que se generen. Esta situación se puede agravar además por la intención de las centrales de promover que no se firmen las actas, no hasta el 15 de julio sino indefinidamente, si no hay avances. La fecha tope para poder entregar estos documentos firmados es el 31 de julio.
Esta acción dependerá de los resultados de los sondeos que los sindicatos van a realizar entre los docentes, a los que informarán mañana y el jueves en asambleas de los distintos centros. Tampoco descartan "comenzar el curso con movilizaciones si las negociaciones continúan bloqueadas".
"Alumnos como rehenes"
Ante la pregunta sobre la idoneidad de una acción que perjudica a los estudiantes, las centrales dirigieron la responsabilidad de los posibles efectos negativos a Educación. "Preferiríamos que el único perjudicado fuera el departamento, pero eso es imposible. Somos conscientes de la preocupación de los alumnos, pero no tenemos otra posibilidad. Estamos dispuestos a jugar con las actas y la única responsabilidad de lo que ocurra es del Gobierno vasco", afirmó Gonzalo Maestro, representante de Comisiones Obreras.
Para que esto no suceda, los sindicatos exigen que Educación muestre una vocación negociadora "real" y retire la propuesta presentada el pasado jueves, catalogada como una copia del borrador del decreto rechazado por las centrales. "Lo que ofrece no es generalizar, sino, como él mismo dice, cuasi generalizar 1.500 euros anuales para los profesores doctores. Esto, para nosotros, es una broma pesada. Sobre estas bases, es imposible un acuerdo", afirmaron.
Las centrales recalcaron la validez de su oferta, basada en un complemento único con un requisito de acceso mínimo que permita su generalización real. Este incentivo debe alcanzar los 6.000 euros, cantidad que no están dispuestos a rebajar.
Por su parte, el Departamento de Educación declaró que este nuevo envite de los sindicatos es "inaceptable" e "injustificable". "En un proceso de negociación no se puede tomar a los alumnos como rehenes", afirmó un portavoz. No obstante, pese a criticar una decisión "que no favorece el buen nombre de la UPV", Educación acudirá a la cita del viernes. "Queremos seguir negociando, pero una negociación no es una imposición. Nosotros nos hemos movido para buscar un acuerdo, y queremos lograrlo", recalcó el departamento.
Las centrales afirman que el rector "puede convertirse en un obstáculo"
El Gobierno vasco no fue ayer el único objeto de las críticas de los sindicatos en su valoración de las negociaciones por una mejora salarial de los docentes de la UPV. Los reproches también alcanzaron al rector de la institución, Juan Ignacio Pérez. "El Rectorado, si no cambia su actitud, puede convertirse en un obstáculo para el acuerdo. Los hechos, por ahora, lo confirman", aseveraron los representantes sindicales.
Las centrales mostraron su descontento por las declaraciones del rector aparecidas el domingo en diferentes medios de comunicación. En referencia al enfrentamiento entre los sindicatos y Educación por la mejora de los sueldos de los profesores, Juan Ignacio Pérez aseguró que "un acuerdo que diera lugar a un gasto muy alto en materia salarial podría tener consecuencias negativas en otros terrenos", si se reduce "la disponibilidad de recursos para otro tipo de necesidades".
"Tenemos que decir que estas afirmaciones muestran que el rector no ha entendido nada del conflicto que protagonizamos los profesores de la UPV en demanda de nuestra dignificación salarial", señalaron. Las organizaciones sindicales quisieron dejar claro que su pretensión no es "competir con el Rectorado por ningún recurso o subvención". "Las necesidades de la UPV, que son muchas, no son incompatibles con nuestras reivindicaciones", subrayaron.
Los sindicatos insistieron en que su objetivo también se centra en la mejora de la universidad pública, pero para ello consideran imprescindible mejorar las retribuciones de los docentes. "No hay posibilidad de mejorar la UPV sin mejorar los salarios de los profesores", concluyeron.
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