Radiografías en la Red

La película radiológica pronto dejará paso a las nuevas tecnologías en los hospitales andaluces. En Huelva está finalizando un proyecto piloto, iniciado en 2004, que permite la digitalización de este tipo de imágenes para que puedan tener acceso a ellas cualquier médico desde su terminal de ordenador. Con los resultados del plan en los tres hospitales públicos y los centros de salud de Huelva sobre la mesa, el SAS piensa aplicarlo al conjunto del mapa sanitario andaluz. El nombre del plan en Huelva es Proyecto Saltés, y en el hospital Juan Ramón Jiménez ya es una realidad.

La sala de diagnóstico radiológico del Juan Ramón Jiménez, hasta hace poco con las paredes cubiertas de negatoscopios (las lámparas planas y blancas sobre las que se colocan las placas radiológicas para ser iluminadas) ha cambiado. Ahora hay seis cubículos, cada uno de ellos dotado de grandes monitores de ordenador capaces de reflejar en la pantalla imágenes del cuerpo humano con todo tipo de detalles. El doctor José Páez es el jefe del servicio de Radiodiagnóstico del hospital. "En estos monitores los médicos de radiología ya tienen acceso a las imágenes, no sólo de este hospital, sino de los otros dos de Huelva

[Infanta Elena y Riotinto]", explica. Las últimas fases del programa permitirán en los próximos meses que estas imágenes las puedan ver los especialistas de otros departamentos de los tres hospitales y los médicos de los centros de salud.

El proyecto -que ha contado con un presupuesto de cinco millones de euros, de los que el 75% se ha pagado con fondos europeos en un programa interregional en colaboración con el Algarve portugués- ha comenzado con la digitalización de las imágenes radiológicas. Pero este desarrollo se sustenta en la digitalización del conjunto de la administración de la sanidad andaluza, en el que el programa informático Diraya es el mascarón de proa. Un programa que se encuentra muy avanzado (alcanza hoy al 67% del territorio) en la obtención de citas médicas a través de Internet, recetas electrónicas e historiales clínicos digitalizados, y de fácil acceso por los profesionales sanitarios a través de los ordenadores. "La imagen electrónica es un complemento más del conjunto, que irá unida al historial médico del paciente", dice Manuel Lepe, subdirector de Servicios Generales del Juan Ramón Jiménez.

El resultado que se persigue es mejorar la calidad de la asistencia basándose en las ventajas que un sistema integral de imagen digital aporta a los pacientes. Lo explica Manuel Lepe: "Las herramientas digitales son más potentes y cómodas de usar, la imagen no está ligada a materiales y puede viajar y verse en muchos sitios a la vez y de manera casi inmediata, lo que agiliza el intercambio de opiniones médicas y los posibles diagnósticos", comenta.

Para los pacientes también es más cómodo. "Se disminuye de la repetición de estudios y de pruebas, reducción en los desplazamientos, menor dosis de radiación", dice. Con el programa se quiere mejorar también la coordinación entre los distintos niveles asistenciales, el aumento en la confidencialidad de la información clínica, y la eliminación de residuos contaminantes, producidos por el proceso de revelado tradicional de las películas.

De vuelta a la sala de diagnóstico, el doctor Páez demuestra una de las nuevas herramientas más útiles que la nueva tecnología dota al médico. "Con los monitores podemos variar la gama de grises de la imagen con lo que llegamos a detalles que antes nos costaba más adivinar", explica. A su lado, un médico trabaja con las imágenes de dos monitores. Con el cursor demuestra el cambio de grises que comentaba el doctor Páez y toma mediciones en centímetros de las áreas sospechosas. En este caso se trata de una mamografía. Con la ayuda de un micrófono dicta al ordenador el informe médico, que se escribe de manera automática en la pantalla. Mira a su jefe y sonríe: "Los nuevos tiempos", dice.