Investigación en España
El pasado fin de semana se celebraron, exitosamente, en Madrid las VI Jornadas sobre Enfermedades de la Retina, organizadas conjuntamente por la Fundación Jiménez Díaz y por la Asociación Retina Madrid. Durante dos días, investigadores y médicos, llegados de varios países, contaron a profesionales, pacientes y familiares el estado y los logros de sus estudios, que si bien no suponen respuestas inmediatas para los enfermos de todo tipo de patologías retinianas, sí que representa una esperanza para todos ellos.
El caso es que durante la exposición quedó al descubierto la precariedad investigadora española. Como si fuera un chiste, allí expusieron el alcance de sus trabajos una americana, un alemán y un español. El laboratorio de la primera se había gastado, hasta el momento, unos 40 millones de dólares. El del alemán tenía un presupuesto inicial de 6 millones de euros. El español sólo contaba con 200.000 euros. Podríamos esperar que con menos dinero se obtuviesen mejores resultados, pero eso no pasa en la vida real. La diferencia de presupuestos se antoja insultante. La investigación es un proceso muy lento que requiere de un estudio muy detallado, y que posiblemente no obtenga los objetivos fijados, pero es el camino que nos llevará a un mejor nivel de bienestar. Se estima que el desarrollo completo de un fármaco necesita de 100 a 500 millones. Con estas cifras, en España hemos de esperar que las soluciones a nuestros problemas nos lleguen de fuera o confiar en los efectos milagrosos de las pastillas juanolas. Ayer me compré dos cajas.
