Mary Robinson gana el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales
El jurado concede el galardón a la ex presidenta de Irlanda por su defensa de los valores éticos
La jurista, política y profesora irlandesa Mary Robinson (1944), que fue presidenta de su país entre 1990 y 1997, senadora y alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, obtuvo ayer el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. El jurado ha valorado su contribución, "desde una posición universitaria relevante y comprometida", a los "más nobles valores de nuestro tiempo", y por haber introducido "principios humanistas en un mundo globalizado". En la actualidad preside el proyecto Ethical Globalization Initiative (Iniciativa para una Globalización Ética).
Robinson, la primera mujer que logra este galardón, ha dedicado "su intensa vida", según el jurado, "a la lucha por la superación de los obstáculos que impiden a muchos el efectivo disfrute de los derechos humanos, al logro de unas relaciones internacionales equilibradas, y a la introducción de principios humanistas en el mundo globalizado de nuestro tiempo; ofreciendo su voz, inconformista, valiente y de amplias resonancias, a quienes no la tienen o apenas la pueden hacer valer".
"Estoy profundamente honrada" de haber sido premiada, declaró Robinson en un comunicado, añadiendo que era "consciente de la trascendencia del galardón, que muestra los retos del futuro". Robinson dijo que el premio "le alentará a ella y al excelente equipo que dirige a trabajar con más ahínco en nuestra búsqueda por tender puentes sobre las inaceptables divisiones y desigualdades de nuestro mundo". "Espero con ilusión la ceremonia de octubre en Oviedo y les estoy tremendamente agradecida a quienes propusieron y apoyaron mi candidatura", concluyó.
Razones de peso
El acta del fallo destaca "la fibra moral de la premiada al defender, siempre con gallardía, lo que ella entiende que su pensamiento y conciencia le exigen". También le ha reconocido el jurado la importancia de su "comportamiento ético en los campos de la política y del trabajo intelectual", así como su "tenaz contribución" para "hacer realidad un mundo sin fronteras de hombres y mujeres libres".
El jurado, presidido por Manuel Fraga, estuvo muy polarizado. Robinson, propuesta por la Fundación Ortega y Gasset, se impuso en la última deliberación por un solo voto al sociólogo Ralf Dahrendorf. Los otros finalistas fueron el ex presidente de la Reserva Federal de EE UU Alan Greenspan y el economista Paul Samuelson.
La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, fue uno de los miembros del jurado que más defendió la candidatura de Robinson, por sus aportaciones al Derecho Penal y al Derecho Político. Casas destacó de la galardonada "la utilización del Derecho como instrumento de conformación de la sociedad y la introducción de valores humanistas y éticos en las relaciones económicas y sociales".
El editor Hans Meinke destacó su trabajo "tanto en el campo legal, modernizando las leyes de su país, como en el ámbito internacional al servicio de Naciones Unidas". "Ha luchado en muchos frentes. No siempre ha resultado vencedora, pero eso le ha hecho ser más fuerte", señaló. "Ha sido su obra", según Fraga, lo que más pesó en la decisión del jurado.
Para el catedrático de Economía Aplicada José Luis García Delgado, "en la ciencia social cuenta ampliar el campo del conocimiento, pero también, sobre todo, que ese conocimiento se ponga al servicio de los trabajos que permiten hacer un mundo mejor, y no hay causa noble a la que esta mujer haya dejado de sumarse, y además con mucho coraje, para hacer nuestro mundo más vivible (...)".
Para el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y rector de la de Oviedo, Juan Vázquez, "el principal valor de Robinson reside en las muchas dimensiones de su figura", desde la trayectoria como "jurista comprometida" hasta la labor política. "Robinson es todo un símbolo de cómo las ciencias sociales tienen que orientarse desde una perspectiva ética", afirmó Adela Cortina, catedrática de Filosofía Moral y Política y presidenta de la Fundación para la Ética en los Negocios y las Organizaciones.
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