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Reportaje:

Los trastornos se complican

Las patologías de la alimentación de "tercera generación" suman obesidad mórbida o adicciones

María Fabra

Adicciones, obesidad mórbida y trastornos límite de la personalidad. Estas son las tres patologías que se han incluido en los nuevos perfiles psicológicos de las personas que padecen anorexia y bulimia y que se han denominado trastornos alimentarios de "tercera generación". La "primera generación" de estos trastornos solo abarcaba la anorexia, cuyos orígenes se remontan muchos siglos atrás, mientras que la segunda generación apareció a partir de los años setenta, cuando se descubrió el vómito como "método de adelgazamiento".

Como causa o efecto de estas otras enfermedades, la "nueva generación" se caracteriza, sobre todo, porque emplea más los métodos purgativos, es decir el vómito, que los métodos restrictivos característicos de la anorexia. Así, los casos se tornan más complejos porque son varias las patologías a tratar.

El director del Instituto de Salud Mental del Consorcio del Hospital Provincial de Castellón, Francisco Traver, señaló ayer que "los perfiles psicopatológicos de los pacientes actuales están cambiando y se están movimiento hacia otros lugares de la psiquiatría", al tiempo que se asiste a "una modificación en el panorama de la atención a trastornos alimentarios con relación a esta nueva población".

Con esa base, Traver afirmó ayer que los trastornos alimentarios "probablemente sean el mejor ejemplo de cómo una enfermedad puede transformarse en distintos subtipos en función de la sociedad en la que se desarrolla". Así, sostuvo que "es evidente que las enfermedades, tanto somáticas como mentales, cambian con arreglo a la cultura", y puntualizó que las enfermedades no presentan los mismos síntomas en los distintos lugares donde se diagnostican.

La Unidad de Trastornos Alimentarios del Instituto de Salud Mental del Hospital Provincial ya está tratando varios casos de esta "tercera generación" pero Traver vaticinó que, en los próximos diez años, aumentarán los casos de trastornos alimentarios, sobre todo bulimia, en personas que sufran adicciones a las drogas, que padezcan obesidad mórbida u otros trastornos del carácter. Llegarán al centro "nuevos pacientes", según dijo, que antes constituían una minoría. "Vamos a empezar a ver a los pacientes que no han podido dejar la cocaína, a los pacientes que van a tener crisis psicóticas por el cannabis y a los que se van quedar dependientes del consumo de alcohol", explicó. Tal como indicó el director del área de Salud Mental, estos tendrán, además, otro problema como es el del aislamiento social.

El doctor señaló también el hecho de que la obesidad mórbida esté entrando en el "patrimonio de la psiquiatría" ya que se está experimentado una tendencia derivada de que cada vez atiendan a más mujeres con obesidad mórbida "que han aprendido a vomitar para adelgazar".

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Un último perfil descrito por Traver fue el de pacientes con trastornos de personalidad y carácter "que suelen tener patrones de abusos sexuales infantiles, maltratos o vida familiar desestructurada, lo que provoca mucha desregulación del humor e intentos de suicidio". Son enfermos "difíciles de manejar" que unen el vómito al resto de impulsos.

En el caso de las adicciones y la obesidad mórbida, el tratamiento inicial es estrictamente médico. Pero al unirse la bulimia pasa a precisar también de un tratamiento psiquiátrico. Solo en el caso de las adicciones, los trastornos alimentarios aparecen de forma paralela a la adicción, mientras que en el caso de la obesidad mórbida y los trastornos límite de personalidad estas patologías son la causa o, al menos, el origen de la bulimia.

Anoréxicas de quince años

La Unidad de Trastornos Alimentarios del Instituto de Salud Mental del Hospital Provincial atendió en 2005 un total de 1.364 casos de los que 81 fueron nuevos y el resto de seguimiento. De los 81 nuevos casos, entre los que había tres hombres, 57 no tuvieron que ser ingresados, mientras que sí requirieron hospitalización 24 casos, de los cuales nueve fueron por anorexia y quince por bulimia.

El perfil de los enfermos de anorexia se centra en mujeres jóvenes, de unos 15 años, que tienen una personalidad más "fóbica y aislada", tal como señaló el director del Instituto de Salud Mental del Consorcio del Hospital Provincial de Castellón, Francisco Traver. Por su parte, las bulímicas tienen una media de 20 años y su personalidad "es más impulsiva y pasional". En cuanto a los hombres, el doctor aseguró que sus perfiles "son muy distintos a los de las mujeres" y sus trastornos alimentarios "suelen esconder detrás otros trastornos como problemas de identidad sexual, esquizofrenias" u otros problemas psicológicos.

Ante este cambio de "tendencia" hacia la bulimia en las enfermedades alimenticias, Traver dijo que esta enfermedad "es más difícil de detectar" porque el vómito se practica "en silencio", y recordó que con esta práctica se eliminan del cuerpo minerales esenciales para el funcionamiento del corazón y, entre otras complicaciones médicas, también pueden sufrir rotura de esófago.

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