Los técnicos reconstruyen el accidente del viaducto de Almuñécar para estudiar sus causas

El viaducto del Río Seco de la autovía del Mediterráneo acogió ayer la recreación del accidente laboral que el pasado siete de noviembre causó seis muertos al derrumbarse parte de un puente que se estaba construyendo en la misma carretera. El ensayo a escala real de los momentos previos al derrumbe, ordenado por el juez que instruye el caso, se prolongó durante cuatro horas y para su realización se empleó una estructura metálica idéntica a la que se desplomó. Los resultados de la prueba serán determinantes en la investigación que llevan a cabo peritos judiciales y el Ministerio de Fomento.

Parte del viaducto que se estaba construyendo para salvar el cauce del Río Verde en el trazado de la autovía del Mediterráneo a su paso por Almuñécar (Granada) se desplomó alrededor de las 15.30 del pasado siete de noviembre. El accidente sobrevino al ceder la estructura metálica (llamada cimbra en el argot de la construcción) de 60 metros de longitud situada entre dos pilares y sobre la que se iba a instalar el tablero de hormigón. En el momento del siniestro, había alrededor de una veintena de obreros sobre el puente y otros muchos bajo él, donde estaba ubicada la planta hormigonera de la obra.

Ayer, en otro viaducto muy similar de la misma autovía y a pocos kilómetros del siniestrado, varios operarios repitieron la secuencia de trabajos previos al accidente, mientras un grupo de ingenieros de caminos medía, inspeccionaba y fotografiaba cada movimiento. El ensayo fue esta vez por la mañana y contó con la presencia del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Almuñécar, que investiga las causas del siniestro. También estuvieron los peritos designados judicialmente y técnicos del Ministerio de Fomento.

En el momento del accidente real, los trabajadores habían iniciado el desplazamiento de la cimbra, la estructura que debía servir de soporte al encofrado de un nuevo tramo de carretera. Ayer, de orden del juez, se colocó una cimbra idéntica, que fue desplazada lentamente con unos rodillos. Cada movimiento quedó registrado gracias a los 76 sensores de movimiento y presión instalados sobre la estructura, que permitirán analizar los desplazamientos y esfuerzos que soportó la cimbra siniestrada antes de venirse abajo.

En el escenario del ensayo se habían instalado cámaras fotográficas y de video que registraron la secuencia con planos cortos y vistas generales. Los datos de los sensores se fueron almacenando en un ordenador y de ellos se podrán probablemente extraer conclusiones determinantes para saber por qué se rompió la estructura del viaducto del Río Verde.

La prueba de ayer recreó los momentos previos al accidente. La cimbra, con un movimiento y presión similar a la que recibió la siniestrada, no se rompió esta vez. Para comprobar cuánto es capaz de soportar una estructura en buenas condiciones (los responsables de la obra aseguraron tras el accidente que la cimbra estaba en perfecto estado) el ensayo de ayer tendrá su continuación en Galicia en una fecha aún no determinada, según explicó el secretario provincial de UGT, Mariano Campos, en declaraciones a Europa Press. La prueba consistirá en colocar la estructura sobre el suelo y someterla a diferentes fuerzas hasta que se rompa. No se recreará por tanto el momento de la caída, sino sólo la ruptura de la estructura.