Duran tilda de "bobos" a quienes confían en Zapatero, porque recortó el Estatuto

El secretario general de Convergència i Unió (CiU), Josep Antoni Duran Lleida, se saltó ayer su habitual guión de críticas contra los partidos del no y optó por lanzar sus dardos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una intervención que retrotraía a CiU a los años de la equidistancia entre PP y socialistas. Duran llamó "bobos" a quienes confían en el presidente del Gobierno, responsable, a su juicio, de los recortes que ha sufrido el Estatuto en Madrid. El líder democristiano reclamó un sí "avasallador" el 18-J.

A la mañana siguiente de que el PSOE, por primera vez, aprobara en el Congreso la casi totalidad de las propuestas de resolución de CiU en el debate sobre el estado de la nación y de que Duran prestara todo su apoyo al Gobierno en el proceso de paz en el País Vasco -frente a la posición rupturista del PP-, el dirigente democristiano no tuvo reparos en convertir a Zapatero en diana de sus ataques. Y en un tono poco usual en él. Aunque, eso sí, en la mejor tradición de la cultura convergente: erigiéndose en equidistante bastión de la catalanidad frente a los embates de populares y socialistas, de quienes hay que desconfiar.

A Duran le tocó estrenarse ayer en el área metropolitana de Barcelona, en Sant Feliu de Llobregat, en un mitin con 300 personas, la mayoría de ellas militantes de la formación democristiana que encabeza.

Si la víspera, en Manresa, el líder de CiU, Artur Mas, se deshizo en elogios hacia Zapatero y aplaudió su actitud dialogante frente a la cerrazón del aparato del PSOE, ayer Duran le dirigió sus pullas y tachó de "bobos" a quienes confían en el presidente del Gobierno. Quiso responderle así por su afirmación del pasado domingo en Lleida en el sentido de que no va a "racanear" el desarrollo del nuevo Estatuto. "Hay bobos a quienes les cae la baba y un día le van a beatificar [a Rodríguez Zapatero] porque es un pobre chico. Que si el PP va en su contra, que si ha sido positivo para el Estatuto y ahora para el País Vasco", señaló Duran con retintín.

Para Duran, José Luís Rodríguez Zapatero fue el verdadero censor del Estatuto, el artífice de los recortes. "No confiéis en él", clamó, "porque si el nuevo Estatuto no ha adelgazado más en Madrid ha sido gracias a Convergencia i Unió".

Una vez que se hubo despachado a gusto con Zapatero, les tocó el turno al tripartito catalán y al PP. Si Duran no se cansa de disociar la cita con las urnas del 18-J y las de las autonómicas de otoño -"ya habrá tiempo de castigar a Maragall y de votar a Artur Mas", insistió ayer-, al final de su discurso, reclamó un sí "contundente" como primer paso para frenar la reedición del tripartito. "Llevamos dos años y medio de ingobernabilidad, dos años y medio de rauxa, y Cataluña también ha de ser capaz con su sí de abrir una nueva etapa política, con un nuevo instrumento, que es la que se merece el país", proclamó Duran Lleida.

La victoria del sí también debería servir, según Duran Lleida, para que Cataluña recupere su "prestigio en el resto de España y en Europa, maltrecho por culpa del tripartito". "Si ganase el no acabaríamos de rematar este desprestigio. El hartazgo de reír en algunas partes de España sería monumental", agregó el dirigente democristiano.

Duran Lleida no dejó de lado a las formaciones del no. Hizo un guiño a los militantes del Partido Popular: "Entiendo que la gente del PP se avergüence de su partido por su anticatalanismo, por orquestar una campaña contra Cataluña". Y a los dirigentes de Esquerra Republicana les recriminó que "no hayan digerido todavía que CiU acabara por pactar el Estatuto con el PSOE".