ERC alerta de que el Estatuto impide a la Generalitat regular las telecomunicaciones

Sector por sector, los republicanos van haciendo la lista de los recortes que ha sufrido el proyecto de Estatuto a su paso por las Cortes. Ayer les tocó a las telecomunicaciones y el control del espacio radioeléctrico. El secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Joan Puigcercós, denunció que una de las muchas rebajas aceptadas sumisamente por el presidente de CiU, Artur Mas, en La Moncloa el 21 de enero fue la supresión de la disposición del Estatuto que dejaba en manos de la Generalitat la gestión de las infraestructuras de telecomunicaciones y del dominio radioeléctrico. "Una oportunidad perdida", sentenció el secretario general de ERC.

Acompañado por el ex consejero de Universidades Carles Solà y por Manuel Balcells, que le sucedió durante apenas tres semanas, Puigcercós colocó su atril de campaña ante la sede de Telefónica en Barcelona, para denunciar que si se aprueba el nuevo Estatuto, Cataluña habrá dado su conformidad a que las telecomunicaciones sigan centralizadas en Madrid y se pierda una ocasión de oro para dar a la Generalitat facultades para crear gestores de telecomunicaciones de ámbito catalán "que rompan la situación monopolística" existente en la actualidad.

Lo peor de esta situación es, según Joan Puigcercós, que ya es la segunda ocasión en que CiU asume esta "sumisión". La primera fue en la etapa de los gobiernos de José María Aznar. En aquel momento CiU apoyó las privatizaciones de Telefónica y otras empresas públicas "a cambio de colocar a algún amigo en los consejos de administración". Fue el caso de Carles Vilarrubí, que citó como ejemplo de operación baldía para los intereses de Cataluña, pues posteriormente Telefónica "ha desmantelado todos sus centros de conocimiento" en Cataluña.

"Sector neurálgico"

Estas "compensaciones", dijo Puigcercós, se han revelado totalmente inútiles, porque desde entonces hasta ahora aquellas grandes empresas no han hecho otra cosa que centralizar sus decisiones en la capital de España. Insistió en que eso es particularmente grave en el caso de las telecomunicaciones, pues se trata de un sector neurálgico para el desarrollo de la sociedad de la información, que es tanto como el del modelo económico del futuro.

El republicano no desaprovechó la ocasión para descalificar a CiU, pero también atacó al Partit dels Socialistes (PSC) y a la Generalitat. El PSC, dijo, tiene "voluntad clara de prevaricar" desde la Generalitat, al utilizar actos institucionales, como el que reunió anteayer a Pasqual Maragall con cuatro de sus consejeros, para apoyar el Estatuto y al expulsar a ERC del Ejecutivo "bajo una premisa ilegal: la de decir que el Gobierno [catalán] debía pedir el sí en el referéndum sobre el texto".