Adiós al sueño de ser científico en casa
España no logra retener a sus 'cerebros'
Me despido. María Contel, química zaragozana de 35 años, tituló así el correo electrónico que envió a sus colegas: "Me marcho a Estados Unidos; me dan dinero para investigar, dos laboratorios y la posibilidad de tener estudiantes". Esta investigadora es miembro de la primera promoción del programa Ramón y Cajal, un sistema de contratos de cinco años iniciado en 2001 para evitar la fuga de cerebros. A pocos meses de que concluyan los primeros contratos, las dificultades para retenerles ponen en evidencia las carencias de la ciencia española. Desde Graching, en Alemania, el nuevo Príncipe de Asturias de las Ciencias, Ignacio Cirac, asegura a EL PAÍS: "Alemania comprende mucho mejor a los científicos".
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