La insurgencia mata a un diplomático ruso en Bagdad y secuestra a otros cuatro
Un coche bomba deja 27 muertos en Basora, la principal ciudad del sur del país
Un diplomático ruso murió y otros cuatro fueron secuestrados en el barrio Al Mansur de Bagdad en una operación atribuida a los insurgentes. El automóvil, un todoterreno blanco en el que viajaban los rusos, fue tiroteado por desconocidos a la salida de la Embajada de Rusia, ubicada en el oeste de la capital iraquí, según explicó Oleg Potápov, el cónsul ruso en Bagdad. En Basora, la principal ciudad del sur del país, un coche bomba dejó 27 muertos y numerosos heridos tres días después de que el primer ministro, Nuri al Maliki, decretase el estado de emergencia.
La policía iraquí encontró ocho cabezas cortadas en Baquba
La violencia está cada vez más enraizada en el sur del país, de mayoría chií y en teoría mucho más estable que Bagdad y otras zonas mixtas o de mayoría suníes, donde se producen la mayor parte de las carnicerías.
En un siniestro hallazgo, aunque cada vez más frecuente, la policía encontró ocho cabezas cortadas en Baquba, al noroeste de la capital, que pertenecían a siete primos y al imán de una mezquita, el jeque Abdelaziz al Mashadani. Junto a las cabezas, fueron encontradas notas que acusaban a los muertos de haber asesinado a cuatro médicos chiíes. En Bagdad, la policía halló 22 cuerpos, con disparos en la cabeza y signos de tortura.
En Basora, un coche bomba conducido por un kamikaze estalló en un mercado y mató al menos a 27 personas. El recién elegido primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, declaró el estado de emergencia ante los enfrentamientos entre diferentes milicias chiíes, que amenazan con paralizar las exportaciones de petróleo de Irak. A causa de su homogeneidad étnica -la inmensa mayoría de la población del sur del país es chií- y de la estrategia de las tropas británicas, el sur había permanecido mucho más tranquilo que la zona de Bagdad y el triángulo suní. Pero la violencia acelerada de las últimas semanas ha obligado a intervenir al primer ministro en sus primeros días de mandato.
Mientras, en Moscú, el Ministerio de Exteriores confirmó el secuestro de cuatro diplomáticos y la muerte de otro, señalando que el ataque se había producido alrededor de las 13.45 (hora local, dos horas menos en la España peninsular), cuando tres vehículos bloquearon el coche de la Embajada rusa. La Duma Estatal o Cámara baja del Parlamento se puso de inmediato en contacto con el ministerio de Exteriores, que ha creado un comité coordinador para obtener la libertad de sus representantes. "Lo más importante es determinar el lugar donde se encuentran los diplomáticos secuestrados y hacer todo lo posible para que sean puestos en libertad lo más rápidamente posible", señaló Leonid Slutski, vicepresidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Duma.
Slutski opinó que "aún es temprano" para evaluar hasta qué punto este incidente puede complicar seriamente las relaciones entre Moscú y Bagdad. "A pesar de la extremadamente complicada situación que existe en Irak, la misión diplomática rusa ha continuado trabajando todo este tiempo, ya que consideramos que nuestras relaciones bilaterales tradicionalmente han sido importantes", agregó el parlamentario.
Rusia mantenía excelentes relaciones con el régimen de Sadam y poseía importantes intereses económicos en Irak. El Kremlin trató por todos los medios de evitar el ataque contra Irak, y cuando éste se produjo, su reacción fue muy negativa. Aunque Moscú sigue considerando que la invasión de Irak constituyó un grave error, ahora piensa que EE UU debe continuar con su misión en ese país. Los rusos no dudan de que una salida apresurada de las tropas norteamericanas hundiría a Irak en el caos y la guerra civil.
No es la primera vez que secuestran a ciudadanos rusos en Bagdad. En abril de 2004, ocho empleados de la compañía rusa Interenergoservis fueron secuestrados, pero cuando se comprobó que se trataba de rusos, fueron dejados en libertad. Al mes siguiente otros dos especialistas rusos fueron secuestrados y liberados una semana más tarde. En mayo de 2004 un grupo de especialistas de la citada compañía fue atacado y perecieron tres ciudadanos rusos.
Al menos 439 extranjeros han sido secuestrados en Irak desde la invasión estadounidense, según los últimos datos. El secuestro más reciente de un diplomático ocurrió el mes pasado en el mismo barrio de Al Mansur: Naji al Noaimi, de los Emiratos Árabes Unidos, estuvo dos semanas en manos del grupo Bandera Islámica antes de ser liberado.
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