La plantilla de Yanko se querella contra los propietarios
Los trabajadores aducen operaciones irregulares en el movimiento accionarial
Los trabajadores de la plantilla de calzados Yanko, en pleno concurso de acreedores y liquidación (el antiguo proceso denominado de suspensión de pagos), han presentado una querella criminal en un juzgado de Inca por presunta insolvencia punible y administración fraudulenta contra Javier Camp Vila, propietario de la marca de zapatos desde el año 1996.
La acción penal se dirige también contra la empresa Forbic, patrimonial creada en Barcelona por Camp, que era titular hasta mayo de 2005 del 99% del capital de la compañía Yanko. Se le imputan operaciones irregulares en el movimiento accionarial, por el que "se pretende de forma fraudulenta liberar a la patrimonial de sus responsabilidades".
Los administradores judiciales propusieron liquidar los contratos de toda la plantilla e intentar producir en India, con un núcleo de gestión mínimo de unos 25 empleados, en Mallorca.
La búsqueda de un comprador de Yanko no ha cuajado. Los zapateros han cobrado todos sus salarios. La firma cerró sus 12 tiendas en España y China, menos dos out-let en arriendo. La marca se valoró en nueve millones. La querella señala que Camp, "un día antes de presentar el concurso de acreedores" traspasó la propiedad de la nave de una de las dos fábricas, en Llucmajor, a un promotor inmobiliario, "sin citar que en ella trabajan 60 personas", del total de 170 con contrato en vigor. Después Yanko alquiló al nuevo dueño el uso.
La administración concursal indicó en un informe que se obró "con mala fe". Un informe de la administración judicial indica que la venta se hizo "con mala fe".
Los empleados exigen una fianza civil de 18 millones de euros, el pasivo actual.
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