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'Sin papeles' reclutados en Portugal trabajan en la costa valenciana

CC OO reúne a decenas de afectados tras la desarticulación de una red en Marina d'Or

María Fabra

Cientos de inmigrantes trabajan sin papeles en la construcción de urbanizaciones y complejos turísticos en la costa valenciana. La desarticulación, el martes, de una de las redes llevó a la detención de 60 inmigrantes en el complejo Marina d'Or, en Oropesa. La red reclutaba a obreros moldavos, rusos, ucranios y brasileños en Portugal. El Gobierno cree que no es, ni mucho menos, "un caso único". Decenas de afectados abarrotaron ayer en Castellón el local donde CC OO les convocó para informarles de sus derechos.

Las "infinitas" promociones urbanísticas en la costa valenciana suponen un reclamo no sólo para los trabajadores de la construcción, sino también para las redes que mueven personas sin documentación en regla, sin papeles. La última operación, desplegada esta semana por el Cuerpo Nacional de Policía y la Inspección de Trabajo, se saldó con 300 trabajadores identificados y la detención de 60 por incumplir la Ley de Extranjería. Todos ellos se encontraban en el complejo turístico Marina d'Or, en Oropesa. Fuentes de este grupo empresarial se apresuraron a asegurar que "pertenecen a una empresa contratista" que trabaja para una de las sociedades del grupo, por lo que la responsabilidad no recae en Marina d'Or.

La relación con la empresa que los contrataba comenzó en Portugal, donde también se encontraban en situación irregular y desde donde han sido trasladados en calidad de "trabajadores desplazados", tal como figura en los contratos de algunos de ellos. Según fuentes de la policía, el presunto cabecilla de la red, un ciudadano portugués, organizaba los desplazamientos después de prometer contratos legales.

En el entramado societario organizado, el ahora detenido aparecía como la persona que materializaba los contratos, según las mismas fuentes. Éste había creado varias empresas, a las que cambiaba el nombre con frecuencia, aunque Rolarte Construcciones Do Marao era la firma encargada, actualmente, de desplazar a trabajadores desde Portugal hasta Oropesa. Algunos contratos establecen, incluso, cómo las actividades profesionales de moldavos, rusos, ucranios y brasileños podían desempeñarse en Portugal, en la Comunidad Valenciana o "en Oropesa".

Las detenciones y la intervención de abogados y sindicatos han desvelado que muchos de ellos, aunque carecen de papeles, se encuentran en Oropesa desde hace años. Esto demuestra que, según dijo ayer el secretario de Inmigración de Fecoma-CC OO del País Valenciano, Luis Poveda, "podrían haber sido regularizados en el último proceso extraordinario o podían haber reclamado el arraigo laboral" que les proporciona una autorización de residencia. El "problema", en este caso, es que creían que estaban en una situación regularizada. De hecho, en las "nóminas" de algunos de ellos aparecen retenciones de la Seguridad Social portuguesa. Es el caso de un ucranio, pintor de 35 años, que posee documentación que certifica que se encuentra en Oropesa desde enero de 2004. Está empadronado y tiene un contrato de alquiler, pero es "un ilegal".

De la misma fecha son los resguardos de envío de dinero que otro trabajador, brasileño, realizaba, periódicamente, a su familia. Vino solo desde su país y fue contratado, creyó que legalmente, por la empresa portuguesa para la que ha trabajado los dos años y medio. Ahora vive y trabaja en Oropesa, junto a su esposa y a su hijo, de cinco años, que está matriculado en un colegio. Después de su detención cuenta ya con una oferta de trabajo, en el caso de que obtenga los papeles.

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"Somos conscientes de que hay muchos en estas condiciones", añadió Poveda. Tras la operación, el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles, aseguró que tiene la percepción de que esta red no es un caso único. Muestra de ello fue el encuentro convocado ayer por CC OO a través de octavillas repartidas en Oropesa, al que acudió un centenar de afectados.

Varios inmigrantes leen octavillas repartidas por CC OO en el encuentro que convocó ayer en Oropesa.
Varios inmigrantes leen octavillas repartidas por CC OO en el encuentro que convocó ayer en Oropesa.ÁNGEL SÁNCHEZ

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