Experiencia rock
Una película sobre los Rolling Stones sin una sola canción del grupo. Es la incongruencia que en principio sobrevuela por la esencia de Stoned, ópera prima como director del habitual productor Stephen Woolley, que viene provocada por la negativa de la legendaria banda de ceder los derechos de sus letras y ritmos a una cinta que pretende remover sus cimientos más íntimos. Así, la historia se ocupa del calvario personal y artístico a causa de las drogas y el alcohol de Brian Jones, miembro fundador, muerto en su piscina una noche de julio de 1969 en circunstancias que la película se encarga de calificar como sumamente extrañas.
El obstáculo de la música, sin embargo, ha sido resuelto de manera más que satisfactoria por los creadores al apostar por canciones de formaciones contemporáneas como The White Stripes, evidentemente inspiradas en el grupo liderado por Mick Jagger, y otras procedentes de la época en la que se ambienta, caso de Jefferson Airplane. Y, sobre todo, al acudir a un estilo de realización netamente enmarcado en el espíritu de la banda y que encuentra su máximo referente en el cine cortante, psicodélico y deslumbrante del gran Nicholas Roeg, director de Performance (1970), protagonizada precisamente por Jagger y la ex amante de Jones: Anita Pallenberg. Jagger, Keith Richards y compañía tienen papeles secundarios en una historia en la que Jones lidera el reparto. Pero el verdadero protagonista del evento es el magnífico montaje de una película de lujosa ambientación, excelente fotografía y aire alucinógeno. Una auténtica experiencia rock.
STONED
Dirección: Stephen Woolley. Intérpretes: Leo Gregory, Paddy Considine, David Morrisey, Tuva Novotny. Género: drama. Reino Unido, 2005. Duración: 102 minutos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.