La ONU investiga los 'suicidios forzados' de turcas

La relatora especial para la violencia contra las mujeres de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la socióloga turca Yakin Ertürk, va a visitar la región del sureste de Turquía para investigar el alarmante aumento de los casos de suicidios de mujeres, supuestamente relacionados con los llamados crímenes de honor, según una información difundida ayer por la BBC.

Yakin Ertürk, que ya investigó los asesinatos de mujeres cometidos en Ciudad Juárez (México), tiene como destino la provincia de Batman, en la región de mayoría kurda del sureste de Anatolia, donde se han registrado 36 casos de suicidios de mujeres en lo que va de año. La relatora de Naciones Unidas tiene previsto permanecer en la zona durante 10 días. Yakin Ertürk se entrevistará con autoridades y funcionarios, organizaciones representativas de la sociedad civil y con algunas de las familias relacionadas con casos de crímenes de honor. El objetivo de su investigación es averiguar las causas del incremento del número de suicidios de mujeres y estudiar las medidas adecuadas para prevenir estos hechos.

Algunos estudios apuntan como causa de los suicidios al desarraigo motivado por el traslado masivo de población desde las zonas rurales hacia las ciudades, dentro de las operaciones de tierra quemada lanzadas por el Ejército para erradicar los apoyos a la guerrilla independentista kurda entre los años ochenta y noventa del siglo pasado. Muchas familias se desplazaron hasta Batman con unas estructuras sociales ultraconservadoras, propias de la estructura tribal del medio rural kurdo.

Pero la mayor parte de los expertos sostiene que muchos de los casos de suicidio pueden estar ligados a un nuevo modelo de crímenes de honor: mujeres que son obligadas a quitarse la vida para limpiar el honor de la familia. En muchas ocasiones se las encierra en una habitación con una soga o con un arma. Los crímenes de honor se deciden en un consejo de familia y, hasta hace poco, eran cometidos por un hombre de la familia. Pero desde que una reforma del Código Penal turco realizada hace dos años elevó hasta cadena perpetua la condena por estos hechos, el número de suicidios forzados de mujeres se ha disparado.