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Senegal acepta la devolución de inmigrantes a cambio de "dinero para hacer pantanos"

El presidente Wade pide ayuda para frenar la desertización y detener así el éxodo a Europa

El presidente de Senegal, Abdulaye Wade, estaría dispuesto a aceptar las repatriaciones de sus compatriotas que parten en cayuco hacia Canarias si a cambio el Gobierno español, que ayer envió una misión diplomática a Dakar y otros países subsaharianos, se compromete a financiar pantanos que sirvan para detener la desertización. En una entrevista con un semanario francés, Wade asegura que esas infraestructuras servirían para luchar contra la sequía, lo que permitiría crear más empleos en la agricultura y detener de ese modo el éxodo de senegaleses hacia Europa.

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"Que [los españoles] me los devuelvan [a los inmigrantes], pero que me den también pantanos". Así contesta el presidente Wade a una pregunta del semanario francés Le journal du dimanche sobre la posibilidad de que su Gobierno acepte las repatriaciones de sus compatriotas que viajan en cayuco hacia las Islas Canarias.

La publicación de esas declaraciones de Wade coinciden con el viaje a Dakar de la misión diplomática encabezada por el embajador Miguel Ángel Fernández Mazarambroz, con el encargo de poner en marcha el llamado Plan África del Gobierno español, que tiene como objetivo central la negociación de acuerdos de repatriación con los países africanos emisores de inmigrantes.

Durante la entrevista con el semanario francés Wade argumenta que necesita financiación para construir ese tipo de infraestructuras. "Permitirían regar los campos", dice el presidente, que asegura que su homólogo francés, Jacques Chirac, apoya ese proyecto. "Cada pantano cuesta entre 62.000 y 91.000 euros, pero más que el dinero, lo que preferiría es material de ocasión de la Unión Europea", explica Wade que pide "excavadoras, bulldozer y todo aquello que los ejércitos dejan de lado". "Con esos pantanos el país estaría lleno de lagos. Eso pararía la desertización y frenaría la inmigración", asegura el mandatario senegalés.

Wade cree que la agricultura es el sector que puede acabar con la crisis migratoria que sufre el país. "Hay que crear suficientes empleos para que estas personas no tengan la tentación de partir, y para eso está la agricultura", prosigue. "Después de la vuelta de los senegaleses expulsados de Marruecos [durante la crisis de las vallas de Ceuta y Melilla] lancé para ellos el plan Retorno a la Agricultura que consiste en construir granjas agrícolas donde los jóvenes puedan instalarse, que funcionan de maravilla".

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Solidaridad de Marruecos

Por otro lado, Francia y Marruecos acordaron solidarizase con España por las oleadas de cayucos a Canarias. Así lo manifestaron los ministros de Interior de ambos países, Nicolas Sarkozy y Chakib Benmoussa, respectivamente, el pasado fin de semana en Marraquech, donde el primero concluyó una gira por varios países de África Occidental.

En el comunicado publicado al término de la reunión, ambos ministros anunciaron que pondrán en práctica medidas de "apoyo técnico y financiero a favor de los países con necesidades de asistencia en materia de formación así como el compartir buenas prácticas".

Aluden así al acuerdo alcanzado en la reunión ministerial de Niza (Francia) del 11 y 12 de este mes. A instancias del titular español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, los diez ministros allí presentes, venidos de ambas orillas del Mediterráneo, decidieron que ante flujos migratorios masivos, que desborden la capacidad de un Estado, los vecinos le brindarían apoyo logístico e incrementarían el intercambio de información.

Marruecos carece de medios para actuar más allá de sus fronteras y de las del Sáhara que, a finales de 2005, consiguió por fin controlar movilizando incluso al Ejército. Francia sí posee medios en sus antiguas colonias de África Occidental. El número dos de la diplomacia española, Bernardino León, se mostró confiado el domingo de obtener su ayuda para sellar la costa de Senegal para que no zarpen más cayucos en dirección a Canarias.

Sarkozy y Benmoussa resaltaron también su "satisfacción sobre el fuerte apego manifestado, tanto por los socios africanos como por los de Europa" a la Conferencia ministerial euro-africana de julio, en Rabat. Allí, según la diplomacia española, se sentarán las bases de una mayor cooperación contra la emigración clandestina.

El texto omite mencionar que Argelia anunció en abril que boicoteará esa cita e intenta convencer a otros países subsaharianos de que no acudan. Las autoridades argelinas consideran que a esa conferencia debe acudir la Unión Africana en su conjunto y no un puñado de países elegidos por España, Francia y Marruecos. El problema de fondo es que éste último no forma parte, desde principios de los ochenta, de la Unión Africana, porque esta admitió como miembro a la República Árabe Saharaui Democrática, la entidad creada por su enemigo el Frente Polisario.

Para mostrar su malestar con España en este asunto, el ministro argelino de Exteriores, Mohamed Bedjaoui, canceló su visita a Madrid del 5 de mayo, según fuentes diplomáticas. Bedjaoui reprocha a Moratinos sus declaraciones al diario Abc de apoyo al último informe de Kofi Annan sobre el Sáhara, que el Consejo de Seguridad de la ONU ignoró en su resolución.

El presidente de Senegal, Abdulaye Wade, en el Fórum de Barcelona de 2004.
El presidente de Senegal, Abdulaye Wade, en el Fórum de Barcelona de 2004.SUSANNA SÁEZ

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