Refuerzos para La Habana

Desde hace largo tiempo, la situación del Consulado General de España en La Habana se asemeja al hotel de lo líos de los hermanos Marx, pero con más dosis de drama: 1.500 llamadas diarias, 500 solicitudes de visado semanales para viajar a España, 2.800 audiencias de matrimonio anuales, 4.000 legalizaciones, 1.000 certificaciones de Registro Civil y 400 solicitudes de pasaporte cada mes. Alrededor de 1.000 personas acuden diariamente a las dependencias del Consulado en la calle Zulueta para realizar trámites diversos, pero el verdadero cuello de botella administrativo está en las solicitudes de recuperación de nacionalidad de ciudadanos cubanos, que registra un atasco de 20.081 expedientes. Y cada mes 200 personas empiezan trámites para adquirir la nacionalidad.

Hasta 2004, dos diplomáticos españoles y 29 empleados, entre funcionarios y contratados locales, hacían frente a la ingente demanda, que se traduce en la firma de 1.400 documentos diarios. El desbordamiento tenía efectos mucho más sangrantes: colas inmisericordes para conseguir una simple planilla, largas esperas para realizar algunos trámites -un mínimo de tres meses para inscribir un matrimonio-, quejas múltiples y a veces desesperadas, casos dramáticos con los asuntos de las recuperaciones de nacionalidades.

"Se han dado situaciones extremas, a veces hemos convocado a la persona para comunicarle que su expediente ha sido aprobado y un familiar nos dice que falleció el año pasado", cuenta una fuente consular.

En 2005, a petición del Consulado en La Habana, Madrid autorizó poner en marcha un "plan de choque" para sacar adelante los expedientes atrasados, lo que implicará casi duplicar el número de residentes de nacionalidad española en Cuba, que actualmente asciende a 28.000 personas. El miércoles, fueron inauguradas una nuevas oficinas en las que provisionalmente se llevará a cabo esta labor, que podría tardar dos años.

Además de Nieves Blanco, la diplomática española encargada de poner en marcha el llamado "plan de choque", el Ministerio de Asuntos Exteriores aprobó la contratación temporal de cinco empleados locales para tramitar los expedientes. Pero este "refuerzo" servirá de poco si no se le da una "continuidad", advierten fuentes del Consulado.

El Consulado General no da más. En la misma oficina donde se realizan las audiencias de matrimonio y los interesados cuentan sus cosas íntimas, puede haber al mismo tiempo un empleado sacando una fotocopia y varios funcionarios registrando documentos o atendiendo gente. Es la tónica general. Y en vista de lo crítico de la situación, Madrid tiene previsto construir en breve un nuevo edificio en un terreno aledaño.

El colapso del Consulado español en La Habana comenzó en los años noventa. Con la crisis provocada por la caída del campo socialista, los cubanos volvieron a mirar hacia la madre patria. En 1991 se inscribieron en el Consulado menos de 20 matrimonios mixtos. 15 años después, la cifra es de 2.800, y no se inscriben más porque no se dan más que esas audiencias. De la misma forma, los tramites para adquirir la nacionalidad se multiplicaron, sobre todo para acceder a las ayudas que da el gobierno español -en 2005se concedieron 5.900, de 90 euros anuales -. También aumentó la presión para conseguir visados de viaje a España. Y con el incremento de la demanda, llegaron las restricciones -el año pasado se tramitaron 24.000 solicitudes, y se concedieron unos 14.000-. Hoy, cuando un cubano de a pie es invitado a viajar a España de turismo, el tiempo de demora para conseguir un turno para entregar la documentación es de dos meses. Y esto, con los nuevos refuerzos, también debe cambiar.