El rock rural de El Koala
El candidato a la canción del verano populariza su música gracias a Internet
Opá, yo viazé un corrá se llama la canción que se ha transformado en un éxito gracias a una de las nuevas costumbres propiciadas por Internet: el visionado y el intercambio de material audiovisual llamativo, sean spots sofisticados o clips primitivos; un fenómeno diferente del protagonizado por los británicos Artic Monkeys, cuyos seguidores compartían sus primeras canciones antes de lograr un contrato discográfico. Los Artic Monkeys actuaron anoche en Madrid con todas las entradas vendidas. En el caso de El Koala, el protagonista del vídeo musical ni siquiera tiene un ordenador.
Manuel Jesús Rodríguez es un malagueño de 1969, con 20 años en diferentes grupos, conocido como El Koala por su peculiar forma de subir a los andamios: hasta ahora, Rodríguez vivía esencialmente de trabajar en la construcción.
El Koala ya ha dejado su oficio habitual y está viviendo un anticipado "verano loco": "sí, empiezo mi primera gira en junio". Describe con naturalidad la concatenación de hechos que desembocó en esta carambola extraordinaria: su coletilla es "gran caballero", término que aplica a los personajes que han tenido que ver con la elaboración o difusión de su primer disco largo, Rock rústico de lomo ancho, inicialmente editado por una independiente de Utrera, Fonográfica del Sur. Distribuido ahora por la multinacional Universal, se han colocado 45.000 ejemplares en tiendas; el tema principal también es número uno en descargas para móviles.
El autor ya gozaba de cierta popularidad en Málaga y otros rincones de Andalucía, gracias a su participación en programas de Canal Sur Radio y a muchos conciertos: "Me faltan dedos para contar los grupos en que he participado, tocando o cantando; el último fue Los Ducati". Ha sido telonero de "todo el mundo", pero fue José Manuel Casañ, el cantante de Seguridad Social, quien advirtió que había potencial en su rock de temática campesina: "José Manuel, gran caballero, me ayudó a seleccionar el repertorio del disco y me llevó a Valencia a grabarlo".
Se defiende El Koala de cualquier acusación de impostación: "yo también he trabajado en el campo y sé de lo que canto. Uno de mis mejores amigos es un cabrero, que hasta me inspiró una canción [Un cabrero desayunando en la ciudad]. Mi mujer, María Victoria Vertedor, que hizo las fotos del disco, me sugirió temas como La cortijera. Mi hermano, José Carlos, toca conmigo el bajo. Y mi padre nos prestó la cuadra donde ensayamos".
Para El Koala, su música refleja la propia evolución de su pueblo, El Rincón de la Victoria: "Antes éramos un pueblo de pescadores, campesinos, personas muy modestas. Ahora vivimos del turismo y nos hemos convertido en una ciudad dormitorio de Málaga. Lo que las discográficas no saben es que por estos pueblos hay grupos con mucho salero: Capitán Morgan, Nueva República Sonora, Curricanes...".
La referencia inmediata de su Rock rústico de lomo ancho podría ser el agro-pop de No Me Pises Que Llevo Chanclas. El Koala no tiene más que alabanzas para sus predecesores, pero advierte de que lo suyo suena más rock, "que me he pasado la vida escuchando a AC/DC". En temas como El gallo de Morón se puede escuchar hasta la vertiente más humorística del soleado rock callejero de los epígonos de Kiko Veneno: "¿Kiko? Gran caballero, de los más grandes".
El Koala acepta reconocer una deuda con todo tipo de influencias, pero se pone en guardia si se quiere relacionar con otros fenómenos freak que circulan por Internet, como los vídeos de La Terremoto de Alcorcón o, en otra dimensión, el falso grupo Happiness, la ocurrencia del productor Guille Milkyway, que confeccionó para MTV su pegajoso Amo a Laura. Lo tiene muy claro: "Yo no me he inventado nada, soy así. Nadie me ha manipulado. Si se pasa el éxito, pues vale: yo seguiré tocando las mismas canciones. Son mis vivencias, no puedo hacer otra cosa. Yo no sé nada de marketing, otra cosa es que alguien haya metido mi vídeo en eso de Internet".
No cree El Koala que su éxito sea la última manifestación de esa tendencia tan española a burlarse del paleto: "¿Paleto? Depende del tono con que se diga. Hay diferencia entre ser un bruto por ignorancia y el estar orgulloso de una forma de vida que está muy pegada al campo, a los animales, a las huertas. Ya sé que muchos esperan tomarme el pelo, pero mi sinceridad y mi rollo positivo crean una inercia que me permite ganar su confianza. Soy Libra, un tipo un poco loco y soñador: caigo bien"."Yo también he trabajado en el campo y sé de lo que canto", asegura
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