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Entrevista:FRANCISCO FERRÁNDIZ | Profesor de Antropología Social y Cultural

"El interés por reabrir las fosas nace de la sociedad civil"

Francisco Ferrándiz (Oviedo, 1963), profesor de Antropología Social y Cultural de la Universidad de Deusto, participa mañana en las jornadas sobre la recuperación de la memoria histórica que ha organizado en Vitoria la Fundación Idi Ezkerra, vinculada a EB. Ferrándiz se ha implicado durante los últimos años en la exhumación de fosas comunes que albergan cadáveres de asesinados durante la guerra civil y la primera posguerra. Su trabajo tiene tanto de investigación sobre el sufrimiento social y la memoria traumática como de militancia por la dignificación de quienes durante decenios han permanecido enterrados en un anonimato impuesto.

Pregunta. ¿Cómo se explica este interés por la exhumación de personas enterradas en situaciones trágicas, sí, pero hace casi 70 años?

"Hemos heredado una situación que no nos satisface, pero los muertos estaban, están ahí"

Respuesta. En principio, hay que recordar que quienes estamos trabajando en este campo somos los nietos de los que participaron en la guerra civil, que tenemos necesidad de restaurar la memoria de todos aquellos acontecimientos, porque la Transición se llevó a cabo con la premisa de la amnistía y el no recuerdo. Hemos heredado una situación que no nos satisface, pero los muertos estaban, están ahí. La expresión más traumática es el fusilado y yo no tuve ninguno en mi familia.

P. Hay quien aduce que en ambos bandos se sufrió.

R. Efectivamente. No hay trayectorias ejemplares, pero todo el mundo reconoce que si hubo una represión más sistemática fue la que llevaron a cabo los sublevados a las órdenes del Ejército de Franco. De todos modos, mi intención como antropólogo es que el estudio de aquella represión se vea desde toda su complejidad: son procesos que van de lo alto de la política hasta lo más íntimo del ser humano. El debate ha de ser sutil.

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P. Por ejemplo, no se ha analizado lo suficiente la represión silenciosa de los ganadores sobre las víctimas a lo largo de 40 años de dictadura.

R. En estos momentos estoy trabajando sobre ello, sobre lo que llamo "la intimidad de la derrota", creada por el régimen franquista desde una política de terror total, porque cuando hablamos de estas fosas comunes estamos hablando de secretos públicos, como si dijéramos: "Todo se sabe, pero no se habla de ello". Y en este proceso de exhumación, gracias sobre todo a las posibilidades de los medios audiovisuales, la gente por fin recupera el habla. La última exhumación en la que he estado se llevó a cabo en Fontanosas (Ciudad Real), donde había siete fusilados, cuatro de ellos de la misma familia. Un descendiente de éstos dijo al ver los restos: "Ha llegado el momento". Desde entonces, ha aparecido ya varias veces en la televisión

P. Por incómodo que le pueda resultar a otros.

R. Evidentemente, a muchas personas de cierta edad no les gusta que los que aparecen en las fosas comunes puedan gozar del mismo reconocimiento que tuvieron los "Caídos por Dios y por la patria", pero es inevitable, porque no se trata de una iniciativa que llega de arriba, sino que proviene de las nuevas generaciones. Es lo que ocurre en Argentina, Chile, Alemania o Francia, el acceso a los espacios incómodos de la memoria por parte de generaciones que no vivieron directamente la tragedia de su país.

P. Es decir, que los más jóvenes quieren saber toda la verdad de lo que les ocurrió a sus abuelos.

R. Los que fraguaron la Transición defienden aquella amnistía y aquel pasar página, pero si este interés surge ahora no es por capricho, sino porque nace de la sociedad civil. Los políticos sí que pueden forzar debates falsos, pero la sociedad civil, no. Estamos en un momento muy interesante en el que las jóvenes generaciones se han encontrado con una situación que no les satisface. De todos modos, considero que todas las sociedades tienen un umbral de aceptación de acontecimientos pasados, y llegará un momento en que con la institucionalización de este trauma social, con proyectos de musealización de la memoria, etcétera, la cuestión se cierre.

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