"América Latina sufre fatiga de reformas, pero no las abandona"

"Hay que reconocerlo: los países de América Latina experimentan una fatiga de reformas. Cuando las has llevado a la práctica durante años y los resultados no cambian una situación de desigualdad extrema como la que se vive en la región, esta fatiga es inevitable", reflexiona en voz alta el colombiano Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la entidad multilateral que más presta a países latinoamericanos, desde el pasado 1 de octubre de 2005.

Tras participar en Viena, en la cumbre Unión Europea-América Latina, Moreno pasa unos días en Madrid, donde pronunciará hoy miércoles, día 17 una conferencia en la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). De 52 años, ex embajador de Colombia en EE UU, Viena le ha apasionado aunque no precisamente por la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, de la que prefiere no hacer comentarios. "Espero que temas como los de Bolivia consigan encauzarse en la negociación entre el Gobierno de Evo Morales y las empresas petroleras durante los próximos seis meses. Si se logra un acuerdo, será todo un éxito", dice en referencia a la renegociación de los contratos petroleros y del gas en el país andino. He aquí los tramos de la entrevista que concedió el pasado lunes a EL PAIS:

"Los bolivianos tienen que permanecer abiertos a la inversión extranjera"

Pregunta. La nacionalización de hidrocarburos, ¿es el nuevo espectro que recorre América Latina?

Respuesta. A mí me parece que los casos extremos, por así decir, no son la regla sino la excepción. Bolivia me parece un caso que hay que analizar en base a su propia historia y su situación...

P. El Gobierno de Hugo Chavez pasó en 2002 a controlar Petróleos de Venezuela, ¿no continúa Evo Morales esa experiencia? ¿No habrá contagio, ahora, más allá de Bolivia?

R. Si estamos hablando de una renegociación de los contratos, cosa que ya ocurrió en Venezuela, creo que las empresas petroleras pueden llegar a un pacto con el Gobierno boliviano en estos seis meses fijados por la ley anunciada el 1 de mayo pasado. Eso sería bueno y constituiría un éxito para todos. Bolivia tiene que decidir qué va a hacer con sus enormes reservas de hidrocarburos. Y me parece que los bolivianos tienen que permanecer abiertos a la inversión extranjera. Otra cosa son las modalidades y detalles de esta inversión. Es lo que debe ser negociado en estos seis meses. Es una buena oportunidad que sería erróneo desaprovechar.

P. El mapa político latinoamericano ha cambiado. ¿Continuará la clásica exhortación de entidades como el BID a hacer reformas en la región?

R. No tengo problemas en reconocer que cuando viajas por la región te encuentras con una fatiga de reformas. ¿Por qué? Creo que cuando haces esas reformas y éstas no producen los resultados esperados, como puede ser una mejor distribución de la riqueza, tiene lugar un proceso de fatiga. Porque, claro, un proceso de reformas exige una inversión importante de capital político. Y cuando los responsables políticos advierten que esas reformas no producen los resultados electorales que esperaban tienden a tomarse una pausa. No creo que haya ahora un retroceso. Las políticas macroeconómicas y fiscales que vemos hoy son una conquista. Pero quizá la voluntad política para profundizar la agenda conoce un momento de inflexión...Pero hay que continuar.

P. ¿Qué piensa hacer para relanzar esas reformas?

R. En términos relativos, América Latina es hoy menos importante de lo que suponía cuando el BID se fundó y si se ve el nivel de pobreza, la proporción de población pobre es básicamente la misma. Y no hablemos de tecnología. Esto está fuera del alcance de los países latinoamericanos. Bueno, yo quiero debatir estos problemas y sacar algunas conclusiones que luego podrían ser materia de recomendaciones concretas. La iniciativa será una conferencia bajo el título "Creación de oportunidades para una mayoría", que tendrá lugar en Washington los próximos 11 y 13 de junio con la participación de jefes de Estado y de Gobierno y líderes sociales, gente del mundo académico y del sector privado. Hay que debatir y actuar.