Sólo España y otros cuatro países de la UE emiten más CO2 del asignado
El precio de los derechos de emisión ha caído hasta un 60% en las últimas semanas
Sólo cinco países de la Unión Europea han superado la cuota de emisiones de dióxido de carbono que tenían asignada para su industria en 2005, según los datos difundidos ayer por la Comisión Europea. Austria, Irlanda, Italia, España y Reino Unido son los únicos que han contaminado más de lo que tenían permitido en el primer año de funcionamiento del mercado de derechos de emisiones de CO2. El precio de la tonelada de dióxido de carbono se ha reducido hasta un 60% en las últimas semanas, al constatarse que a casi toda Europa le sobraban derechos.
El informe hecho público ayer por la Comisión Europea incluye los datos de 21 de los 25 países miembros, ya que Polonia, Luxemburgo, Chipre y Malta no han suministrado información.
La normativa europea vigente desde enero de 2005 establece que cada país debe asignar a sus industrias (eléctricas, cementeras, siderúrgicas, etcétera) unos derechos de emisión de dióxido de carbono. Las que contaminen menos de lo que tienen permitido, pueden vender en el mercado esos derechos. Las que rebasen su cuota deben comprar más derechos para cubrir su déficit, so pena de una multa de 40 euros por tonelada que emita en exceso.
España tenía derechos para el trienio 2005-2008 equivalentes a una media anual de 162,1 toneladas de CO2 asignados a empresas concretas, además de otras 13 toneladas para nuevas instalaciones. Sin embargo, los derechos efectivamente concedidos por España a sus industrias fue de 172,25 toneladas en 2005.
Ahorro del 6%
Las emisiones totales de 2005 superaron los 181 millones de toneladas, lo que supone un exceso del 5,1% respecto a las asignadas en España. Pero en el conjunto de la Unión Europea se han lanzado a la atmósfera 1.785 millones de toneladas, lo que supone un ahorro del 6% respecto al total permitido de media para el pasado año.
Los mercados ya habían reaccionado a finales de abril a estos buenos datos para el medio ambiente, según se fueron conociendo los déficit de emisiones de países como Francia o Bélgica, de modo que el derecho de emisión en la Bolsa Powernext cotizaba a 29,5 euros el 24 de abril a y cayó a 13,5 euros el 28 de abril. Ayer cerró a 13,65 euros en ese mercado frente a los 10,14 del pasado viernes.
El ministro francés de Industria, Francois Loos, anunció ayer que Francia y Alemania van a pedir una modificación de la directiva sobre las cuotas de emisión de dióxido de carbono (CO2) para limitar su efecto alcista sobre los precios de la electricidad.
Greenpeace y Ecologistas en Acción aseguran que bajo este supuesto ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero se encuentra una "trampa": los gobiernos europeos habían sido "muy generosos" en la asignación de derechos gratuitos de emisión de CO2 y a las industrias les ha resultado fácil cumplir, con la excepción de las eléctricas.
Este sector cerró 2005 con un déficit de 15,35 millones de toneladas, según el Informe de Emisiones Verificadas 2005 del Ministerio de Medio Ambiente. Aunque la generación mediante ciclos combinados de gas natural cerró con un saldo positivo de 3,25 millones de toneladas, sus emisiones respecto a 2004 aumentaron un 68%, según José Santamarta, experto en la materia.
El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, incidió en el peso del sector eléctrico: "Las eléctricas han emitido más dióxido de carbono por la sequía y por las paradas de las nucleares". Con los embalses vacíos, la producción hidráulica disminuyó. Además, las nucleares tuvieron un año especialmente problemático, con Vandellòs II parada más de seis meses por orden del Consejo de Seguridad Nuclear. Gonzalo Aizpiri señaló que los países que sí han cumplido con el cupo de emisiones son aquellos que estaban más cerca de cumplir con el Protocolo de Kioto "y que por lo tanto no han tenido que ser tan restrictivos con las empresas", informa Rafael Méndez.
Gonzalo Aizpiri abogó por modificar la directiva del comercio de emisiones a partir de 2012 (los planes nacionales para 2008-2012 han de presentarse ante la Comisión Europea antes del próximo 30 de junio) para incluir el transporte aéreo y planteó sacar de este mercado a las instalaciones muy pequeñas.
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