La acumulación de obras en la Zona Franca provoca embotellamientos diarios

La coincidencia de numerosas obras en la Zona Franca ha complicado más de lo habitual la circulación en el polígono, en el que se concentran unas 250 empresas y más de 43.000 trabajadores. La construcción de nuevos accesos, como el túnel que unirá la Zona Franca con el polígono Pedrosa y la Fira de Barcelona, y de la línea 9 del metro obliga a los conductores a desviarse por rutas alternativas, en las que se forman largas colas. Los problemas se producen sobre todo de 7.00 a 10.00 horas, en torno a las 14.00 y de las 18.00 en adelante.

Para hacer llegar el suburbano al polígono se está actuando en tres puntos distintos: desde febrero y hasta el mes de agosto se reforzarán los terrenos en el acceso al paseo de la Zona Franca por la salida 18 de la Ronda Litoral, paso previo a la intervención de la tuneladora. El desvío que debe tomarse hasta alcanzar la calle es muy confuso para quienes no conocen el lugar.

En segundo lugar, se han cortado dos de los cuatro carriles de la calle A para construir el viaducto de la línea 9 del metro. Por último, la construcción de las estaciones Foc Cisell y Foneria afectan directamente al paseo de la Zona Franca. La circulación está cortada en dirección al puerto. En este caso la interrupción se mantendrá durante dos años.

Pero no sólo la línea 9 mantiene patas arriba la Zona Franca. La calle 3 está afectada desde hace un año por las obras que realiza el Consorcio de la Zona Franca para hacerla de doble sentido -sumando dos carriles a sus cuatro habituales- y mejorar así los accesos al puerto. Una rotonda provisional con semáforos ordena el tráfico. "Cruzar la calle cuesta entre 15 y 20 minutos"durante las horas en que salen los trabajadores de Nissan, se lamenta Rafael Samper, de una empresa de la calle D.

El conductor topa con otra de las grandes complicaciones en la calle 2, al final de la calle de los Motors. En este punto se está construyendo un túnel de 220 metros de largo por debajo de la Ronda Litoral que conectará la Zona Franca con el polígono Pedrosa de L'Hospitalet y las instalaciones de la Fira de Barcelona en la Gran Via.

Empresarios del polígono Pedrosa han manifestado su malestar por el cierre del acceso a la ronda desde hace más de un año por estas obras. El responsable de Infraestructuras y Transporte de la Cámara de Comercio de Barcelona, Juan Luis Zalbidea, afirma que la coincidencia de intervenciones que se está produciendo "no se había dado nunca". Ante este hecho, solicita que "se coordinen al máximo" y que "se cumplan los plazos" previstos.

Colas de camiones

El Puerto de Barcelona, además, realiza el control de acceso de los camiones en el exterior de sus instalaciones. En consecuencia, los vehículos se alinean formando grandes colas justo en un punto en el que acostumbran a girar las líneas de los autobuses de transporte público. "Es un festival", afirma el responsable de Movilidad de CC OO, Manel Ferri, que defiende el incremento del servicio de autobuses para evitar los colapsos. "Todo está levantado. Ya no sé qué alternativa tomar", dice Carmen Xuriguera, del Grupo Dragados. Aun así, ve las repercusiones de las obras de la línea 9 como un mal necesario para poder tener "un mejor transporte". "Parecen las obras de la Sagrada Familia", afirma Marta Carpio, de Eco Green Palet.

El presidente de la Asociación de Concesionarios de Mercabarna, Joan Llong, llegó en alguna ocasión a no poder cruzar con su vehículo las puertas de Mercabarna, por lo que tuvo que volver a su despacho a la espera de que se despejase el terreno. Pese a considerar que el paseo de la Zona Franca "es un scalextric" y que para llegar se requiere mucha paciencia y tiempo, señala que la actividad en el gran mercado de Barcelona no se ha visto afectada y que la mercancía siempre acaba llegando a su destino.