Chiquito pero matón
Las distribuidoras norteamericanas han sido castigadas por el Tribunal de Defensa de la Competencia tras años de imponerse en el mercado con procedimientos abusivos que nada tenían que ver con la calidad de sus películas, algunas extraordinarias y muchísimas mediocres. Todos lo sabían, pero acataban en silencio. Como en Marbella.
La noticia de este castigo a las multinacionales llega en un momento en que realmente toda la industria de exhibición está de verdad en crisis. El mundo está transformándose, las salas de cine tradicionales van a la zaga de los cambios y a menudo tienen que bajar la persiana. Las presiones proceden de diversos frentes: el home cinema, Internet, la piratería, el suelo en que se asientan que vale mucho... y el sistema digital.
"¡El celuloide ha muerto! ¡El cine está vivo!", gritan en su soflama los jóvenes del Festivalito de la isla de La Palma. "Ha llegado el momento de romper las cadenas de un sistema caduco, marchito y aburrido. Estamos hartos de tanta pereza mental y de tanta falta de imaginación. Nuestros objetivos sólo podrán alcanzarse mediante la subversión del orden preexistente. No tenemos nada que perder, excepto las cadenas que nos atan. ¡Viva el cine chico! ¡Viva la revolución!". Los invitados al Festivalito deben realizar sus propias películas durante la celebración del certamen, con poco tiempo, muchas ganas y, por supuesto, en sistema digital.
Hoy se darán a conocer los premios del tercer festival Documenta Madrid, donde también los nuevos formatos tienen protagonismo. En Avid Xpréssate/HP, una de sus secciones, los participantes deben realizar documentales de cinco minutos en sólo 36 horas. Algo similar a lo que propone el DiBa, festival de cine digital de Barcelona.
"Una cámara pequeña, un ordenador y el ingenio... son las armas de la revolución", proclaman los del Festivalito canario. "Sin alfombras rojas, sin máscaras ni corazas, con el corazón abierto...". Naturalmente, los formatos no implican calidad ni talento, pero ahí vienen empujando con sus teorías y prácticas los renovadores del sistema: "Que todos los pueblos alcen su voz, que todos los pueblos puedan oír su voz. El cine es de todos y para todos".
Mundos contrapuestos. Mientras los exhibidores protestan contra sus propias cadenas, los cineastas jóvenes, cámara digital en mano, quieren encontrar su lugar en el sol. Esto se está moviendo.
Babelia
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