La petrolera israelí corta el suministro a los palestinos
La comunidad internacional pone en marcha un mecanismo de apoyo financiero a Abbas
El alivio que podía suponer la decisión de la comunidad internacional de reanudar la ayuda humanitaria a la población palestina ha palidecido en un santiamén. La empresa israelí Dor Energy, única fuente de petróleo para la Autoridad Nacional Palestina, decidió ayer cortar el suministro por el impago de una deuda de 20 millones de euros. El racionamiento de gasolina ha comenzado en Cisjordania y Gaza, que sufren desde hace semanas el asedio económico de Israel.
No hay respiro para el Gobierno del movimiento islamista radical Hamás. El Ejecutivo y las empresas palestinas son cautivos de la compañía hebrea, única suministradora de petróleo a los territorios ocupados. Una situación amparada por los Acuerdos de París, firmados por Israel y la OLP a mediados de los años noventa y que fueron muy criticados por muchos de los dirigentes palestinos. Incluso la Administración francesa desaconsejó a la OLP que suscribiera esos acuerdos. Todos son beneficios para las compañías israelíes, que gozan en exclusiva de un mercado que se cierra y abre al antojo del Gobierno del Estado judío. Algunos prebostes de la anterior ANP también sacaron tajada de estos monopolios. Y ello sucede mientras el Ejecutivo de Ehud Olmert se niega a transferir los impuestos que recauda en nombre de la ANP, unos 45 millones de euros mensuales.
Hace dos meses, en un caso idéntico, el Gobierno en funciones de Olmert decidió emplear esos fondos, que retiene sin título, para saldar la deuda de las compañías públicas palestinas con la empresa eléctrica israelí. Pero en esta ocasión, según Asaf Shariv, portavoz del primer ministro, no van a utilizar el dinero palestino para pagar a Dor Energy.
Mujahid Salame, director de la Comisión de la Energía palestina, confirmó la deuda, pero añadió que la sociedad petrolera ha tomado una decisión política para "castigar" al Gobierno islamista de Hamás. "Habrá una catástrofe económica. Muchas fábricas, panaderías y transportistas dejarán de trabajar", añadió a Reuters. En gasolineras de Cisjordania los depósitos de combustible ya estaban ayer por la tarde casi vacíos. El presidente palestino, Mahmud Abbas, trataba de convencer a dirigentes estadounidenses y europeos para que persuadieran a Israel.
La decisión adoptada por Dor Energy y respaldada por el Gobierno israelí ensombreció una jornada en la que se habían encadenado dos acontecimientos que suponían un ligero alivio para la ANP. Por frágiles que sean las treguas, Hamás y Al Fatah acordaron poner fin a sus choques armados en las calles de Gaza.
Y la decisión del Cuarteto -EE UU, UE, Rusia y Naciones Unidas- de crear un fondo de ayuda humanitaria a la población palestina fue acogida con moderada satisfacción, no exenta de sospechas, por el Gobierno de Hamás. No en vano, los fondos, que se revisarán a los tres meses, se canalizarán a través de la oficina del presidente Abbas, y se ignora aún cuál será el destino del dinero.
No está decidido que los recursos se vayan a dedicar a pagar los salarios de los 160.000 funcionarios, policías y militares dependientes de la ANP, que no cobran desde hace dos meses, ni cuándo comenzará a desembolsarse la ayuda. Las prioridades serán la sanidad y la educación.
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