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Adegi plantea una reducción del 10% en la cotización empresarial a la Seguridad Social

La patronal guipuzcoana propone compensar esa pérdida de recaudación con el IVA

Mikel Ormazabal

La patronal guipuzcoana, Adegi, reclama una reducción gradual de diez puntos en tres años de las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social hasta equipararlas con la media europea, que es un 10% inferior. Los empresarios consideran que esta diferencia penaliza el empleo, incide negativamente en la competitividad y dificulta la incorporación de los jóvenes al mercado laboral. El secretario general de Adegi, José María Ruiz Urchegui, propuso sustituir con el IVA la pérdida de recaudación que se produciría con la rebaja de las aportaciones empresariales.

Ruiz Urchegui dibujó un panorama muy desfavorable para el empresariado de Guipúzcoa. Si la nómina de un trabajador medio le cuesta al patrón 32.904 euros anuales, 8.904 euros del total (el 27,1%) van a parar a la Seguridad Social, según un estudio realizado por Adegi sobre el impacto de las cotizaciones empresariales en la competitividad. Es uno de los índices más elevados en la UE de los Quince, sólo superada por Francia, como se aprecia en el cuadro adjunto.

Las cotizaciones sociales que soportan las empresas guipuzcoanas se sitúan diez puntos por encima de la media europea. Ruiz Urchegui afirmó que este diferencial supone "un impuesto que está gravando el empleo" y perjudica a las empresas intensivas en mano de obra y a los puestos de trabajo de menor cualificación. Además, criticó que las aportaciones empresariales a la Seguridad Social no tienen en cuenta la situación ni la actividad de las empresas.

Las "elevadas" cargas sociales que aguantan las empresas inciden negativamente en su competitividad, pues dificultan la capacidad exportadora, aseguró el secretario general de Adegi, quien añadió que supone un "obstáculo" para la incorporación de los jóvenes al mercado laboral. A este "mayor costo" para las empresas, Ruiz Urchegui unió otro dato: "La aportación de los trabajadores a la Seguridad Social es sólo del 4,6%, la más baja de Europa, que tiene un promedio del 10%".

La consecuencia de todo ello, según la patronal guipuzcoana, es que la diferencia entre el coste total a cargo de la empresa y el salario neto que recibe el trabajador -la denominada brecha fiscal- es de un 41,2%. Ruiz Urchegui explicó que un empleado medio de Guipúzcoa sólo cobra el 58,8% del coste que para la empresa supone su trabajo.

Ante este panorama, Adegi concluye que es "necesario" reducir las cotizaciones empresariales a la SS hasta equipararlas con la media europea. En este sentido, Ruiz Urchegui opinó que la reducción en medio punto en la cotización de desempleo y del 0,20% en la del Fondo de Garantía Social (Fogasa) que se anuncia en el marco de la reforma laboral sería "claramente insuficiente e irrelevante" para mitigar las consecuencias que para el empleo y la competitividad de las empresas tiene el actual nivel de las cotizaciones empresariales.

La solución que propone la patronal consiste en una reducción gradual de diez puntos durante un periodo de tres años de las aportaciones. Con esta medida, dijo Ruiz Urchegui, se favorece el empleo y se disminuye la carga "adicional" que perjudica la competitividad.

La bajada de las cotizaciones sociales hasta igualarla con la media europea acarrearía una considerable pérdida de ingresos para la Seguridad Social, que Ruiz Urchegui no cuantificó. No obstante, propuso compensar este descenso de la recaudación a través del IVA, aunque "es algo que habrá que analizar con mucho cuidado", admitió. Esta medida se ajusta a las recomendaciones recogidas en el Informe Delors [ex presidente de la Comisión Europea], que proponía "un sistema neutral sobre la competitividad y el comercio exterior, y más justo al ser aportado por la totalidad de la ciudadanía y no sólo por la población ocupada y por los desempleados".

Contrato flexible

Por último, el dirigente de Adegi se refirió a la reforma laboral en la que sindicatos y patronal han llegado a un principio de acuerdo. En cuanto a las ayudas establecidas para transformar los contratos temporales en fijos, señaló que es "un error y una tontería" pensar que los empresarios van a cambiar una forma de contratación porque se ofrezcan 800 euros anuales durante dos o tres años. "Lo que queremos es el contrato estable con certeza, no subvenciones".

En las empresas, sobre todo en las pequeñas, añadió, "no entran todos los días los pedidos", por lo que "tenemos que tener una cierta flexibilidad para poder ajustar, porque si no tendríamos que estar haciendo expedientes de regulación de empleo todos los días". Urchegi insistió en que al pequeño empresario no le importa tanto el coste del despido cuanto la capacidad para realizar ajustes de plantilla "por razones económicas o de la situación de las empresas en los mercados".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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