_
_
_
_

El Kremlin calla ante las acusaciones de Cheney

El Kremlin no ha reaccionado oficialmente a las duras palabras que tuvo hacia Rusia el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, en la conferencia que pronunció el pasado jueves en Vilna (Lituania), durante una conferencia internacional con líderes de los países bálticos y del mar Negro. Cheney acusó a Rusia de hacer chantaje con su política energética y emplazó a Moscú a retomar la vía de las reformas democráticas. Sólo así, había añadido Cheney, Rusia logrará más respeto de sus países vecinos.

Sólo algunos políticos y comentarios periodísticos salieron al paso de las palabras de Cheney. Serguéi Lavrov, el ministro de Exteriores, se abstuvo de criticar al vicepresidente estadounidense, pero arremetió contra la conferencia que reunió en Vilna a los líderes prooccidentales de la Europa del Este. Para el jefe de la diplomacia rusa, el foro lituano da la impresión de haber sido convocado "con el objetivo de unirse contra alguien". Y ese alguien es, para Lavrov, sin lugar a dudas, Rusia.

"Por su contenido, por su forma y por el lugar que se eligió para pronunciarlo, el discurso de Cheney parece una provocación y es un acto de injerencia en los asuntos internos de Rusia", comentó por su parte el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov.

"Geografía antirrusa"

Más contundente fue el periódico Kommersant, que en un editorial publicado en su primera página señaló que el discurso de Cheney es un documento "programático, que de hecho constata el comienzo de una segunda guerra fría".

En otros artículos, la prensa rusa acusa a Estados Unidos de tratar de crear una alternativa a la Comunidad de Estados Independientes, la organización formada por la mayoría de las repúblicas de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y califican la conferencia organizada por Lituania de "lecciones de geografía antirrusa".

El diario Vremia Novostéi señaló que "es cada día más evidente que se agudiza la lucha entre Estados Unidos y Rusia por el espacio postsoviético".

No únicamente es signo de ello el discurso pronunciado por Dick Cheney, que marcó el comienzo de su gira de seis días para impulsar los valores democráticos en ex países comunistas, sino también las palabras pronunciadas el día anterior por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que dijo que los rusos "deben aceptar que tenemos intereses legítimos y relaciones propias con países que están en su vecindad, incluso si alguna vez esos países fueron parte de la Unión Soviética".

La gubernamental Rossískaya Gazeta, decía que los países que participaron en la conferencia de Vilna Una visión común para una vecindad común lo que desean en realidad es "ser vecinos sin Rusia".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_