El municipio de Querol da luz verde a un plan urbanístico diez veces mayor que el pueblo
El pequeño municipio de Querol (Alt Camp), ha aprobado una planificación urbanística que prevé la construcción de 540 viviendas en una nueva urbanización junto al casco urbano. El pueblo tiene apenas 50 viviendas en pie, y únicamente viven en él entre semana ocho vecinos, aunque en total son unas 400 personas censadas que viven repartidas en otras cinco urbanizaciones construidas en la década de 1960.
La aprobación del Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM) de anteayer estuvo marcada por las protestas de la plataforma vecinal Salvem Querol, que lanzó fotocopias de billetes de 500 euros y monedas de uno y dos céntimos en la sala de plenos para denunciar "la falta de transparencia y la especulación" que, a su juicio, comportará. El equipo de gobierno, formado por tres concejales del PSC y el alcalde, independiente, defienden el proyecto porque "traerá servicios al pueblo", según dijo ayer el concejal de Urbanismo, Miquel Uroz.
Querol no tiene médico -únicamente recibe la visita de un facultativo cada 15 días-, ni supermercado, y Uroz se muestra convencido de que la nueva urbanización traerá con ella nuevos servicios para este pequeño pueblo. Jordi Pijoan, por el contrario, es el portavoz de la plataforma vecinal y critica por "desmedido" el proyecto, que será 10 veces mayor que el pueblo de Querol. Además, los opositores a la nueva urbanización creen que únicamente atraerá clientes de segunda residencia o especuladores.
Pijoan, por otra parte, señala que el primer proyecto de la Generalitat de espacios protegidos recogidos en la Xarxa Natura 2000 preservaba de la construcción las más de 20 hectáreas de la polémica urbanización. Sin embargo, el documento definitivo únicamente ha protegido el entorno de la urbanización, algo que atribuye a las "presiones" del consistorio.
El concejal Uroz, por su parte, admite que si se ha planificado esta urbanización es porque una empresa constructora está decidida a hacerla realidad, y recuerda que el Ayuntamiento ha rebajado su proyecto inicial de 1.020 viviendas a 540 definitivas. En la revisión del POUM, Querol no ha recalificado estos terrenos, que ya eran antes urbanizables.
El concejal asegura que las viejas urbanizaciones que hay en el municipio tienen un notables déficit de servicios cuyo coste deben asumir los vecinos. "Si podemos sacar un dinero de la nueva urbanización servirá para reducir las cuotas", dice.
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