Los compradores de pisos protegidos tendrán créditos a un precio inferior al de mercado

La Generalitat de Cataluña y 13 entidades financieras (todas las cajas de ahorro catalanas y tres bancos) acordaron ayer nuevos tipos de préstamos preferenciales para la financiación de la compra de viviendas protegidas y obras de rehabilitación con derecho a ayuda pública. Los jóvenes resultarán especialmente beneficiados por el convenio ya que podrán obtener créditos a precios inferiores a los del mercado, siempre que estén destinados a la adquisición de viviendas de protección oficial.

El convenio firmado ayer por el consejero de Economía, Antoni Castells, y el de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, establece tres líneas de financiación.

Los menores de 35 años podrán obtener préstamos para la compra de viviendas protegidas de precio concertado. Los créditos tendrán un interés fijo y una duración de 30 años, ampliable a 40, con cuotas crecientes al 1% anual. Cubrirán el 80% del precio de venta, si la entidad financiera no decide ampliarlo, y estarán exentos de comisiones.

El segundo apartado hace referencia a los titulares de estos préstamos y les permite optar a otro crédito para financiar la entrada en la compra de la vivienda. Se aplicará un interés variable, el Euribor a un año más el 1,25%, con un plazo de entre 10 y 20 años. Cubrirá como máximo el 20% del importe de la entrada y tendrá una comisión de apertura del 1%.

Por último, se ofrecerán también préstamos para obras de rehabilitación con ayudas públicas aprobadas por la Dirección General de Vivienda. Estos créditos se abonarán tras la finalización de las obras. El tipo de interés que se aplicará será también variable; el Euribor a un año más 0,90% a 20 años, en caso de ser con garantía hipotecaria, o el Euribor a un año más el 2% a siete años de plazo, en caso de ser con otro tipo de garantía. En ambos casos se contará con dos años de carencia durante los cuales sólo se pagarán los intereses.

Trámite de urgencia

Francesc Baltasar aseguró ayer que tiene muchas esperanzas puestas en el proyecto de ley de la vivienda, que entrará el martes en la mesa del Parlament. Es un proyecto ampliamente pactado con los sectores afectados, dijo.

Baltasar piensa forzar, en la medida de lo posible, que el proyecto tenga un trámite de urgencia, de modo que entre en vigor este mismo año. La situación es difícil porque la Cámara se paralizará en breve debido a la convocatoria del referéndum sobre el Estatuto.

Para compensar las sesiones perdidas, explicó Baltasar, convendría que los partidos acordara convertir en hábil el mes de julio, de modo que pudieran tramitarse los diversos proyectos de ley y no se paralizara la actividad legislativa impulsada, sea por el Gobierno o por el propio Parlament.