El Gobierno del país andino elimina la libre contratación

Anoche en La Paz el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, anunció que, por decreto, quedan anulados los contratos comerciales y civiles para los trabajadores en una medida que elimina la libre contratación -instaurada en 1985 por el entonces presidente, Víctor Paz, para luchar contra la hiperinflación- y pretende regular el mercado de trabajo boliviano donde los sindicatos han denunciado repetidamente situaciones humillantes al amparo de los contratos anulados ahora por el Gobierno boliviano. En un discurso cargado de referencias al marxismo, García Linera aseguró que la resolución del Gobierno supone el comienzo "del entierro del neoliberalismo" en Bolivia.

El decreto da un plazo de 30 días a los empresarios para que regularicen la situación de sus trabajadores y en el mismo periodo de tiempo el Ministerio de Trabajo deberá establecer una nueva regulación. Economistas bolivianos advirtieron de que la anulación de la contratación civil y comercial puede generar una avalancha de despidos ya que el decreto genera confusión.

La medida ha sido acogida favorablemente por los sindicatos bolivianos. Sin embargo, desde la poderosa Cámara de Comercio de Santa Cruz -la provincia más rica del país y donde existe más oposición a Morales- uno de sus portavoces lamentó "que el Gobierno no aporte medidas para crear empleo".

Sube el salario mínimo

En paralelo, el Gobierno anunció finalmente la subida del salario mínimo que, no obstante, quedó muy lejos de las promesas del presidente, Evo Morales, y de las expectativas de los trabajadores. Morales prometió insistentemente como presidente que para la festividad del Primero de Mayo subiría el 100% del salario mínimo, situado en la actualidad en 43,5 euros mensuales. Posteriormente sus ministros anunciaron que se estudiaba una propuesta "más realista", del 50%, y la semana pasada el vicepresidente volvió a rebajar la cifra hasta el 20%. Finalmente la subida será del 13,6%; o sea, 5,9 euros. Una cifra considerada insuficiente por los representantes sindicales.

El ministro de Hacienda, José Luis Arce, reconoció que se trata de un aumento "modesto" pero recordó que en los últimos tres años el salario mínimo no había experimentado ninguna subida. Por su parte, el vicepresidente boliviano justificó que el aumento no sea mayor en las dificultades económicas que atraviesa el país.