"Quiero aportar mi granito de arena"
"No tengo ningún miedo. Al contrario, estas cosas me gustan, posiblemente porque mi hija es médica". Alfonso, un jubilado de 68 años y padre de una traumatóloga del hospital Clínico de Barcelona, acudió ayer a media mañana a este centro para recibir una primera dosis de vacuna. Tras el pequeño pinchazo en el brazo (la vacuna se suministra por vía intramuscular), Alfonso se mostró "encantado" de participar en el ensayo. "Es una manera de aportar mi granito de arena a los esfuerzos que se están haciendo para combatir una posible pandemia gripal", explicó. Alfonso admitió, sin embargo, que en su decisión de entrar en el estudio ha pesado también un cierto razonamiento "egoísta". "Si algún día llegara la pandemia, espero tener garantizada la vacuna", señaló.
Los más de 5.000 voluntarios que participarán en el ensayo no percibirán ninguna compensación económica, aunque sí se les pagarán los gastos que les suponga el desplazamiento al hospital. "La compensación que tendrán los participantes es que estarán protegidos total o parcialmente frente a la posible pandemia", señaló Josep Maria Bayas, quien destacó, no obstante, que se trata de una protección temporal de unos seis meses, periodo en el que los anticuerpos generados por la vacuna permanecen activos.
Los cinco hospitales españoles confían en reclutar los voluntarios con facilidad. Según Antoni Trilla, existe un especial interés en participar entre los profesionales sanitarios (que en caso de pandemia entrarían directamente en contacto con los afectados) y entre los veterinarios y trabajadores del sector avícola.
