Zapatero acepta llevar al Congreso el diálogo con ETA tras el debate del estado de la nación

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está dispuesto a separar el debate sobre el estado de la nación de su comparecencia para pedir al Congreso el respaldo al diálogo con ETA, si así lo desea el líder del PP, Mariano Rajoy. Pero Zapatero, que ayer insistió en que primará el consenso ante esta cuestión, también aclaró que para acudir al Congreso a pedir el apoyo de los grupos al diálogo con ETA, antes tendrá que confirmarse que el alto el fuego anunciado por ETA es total. "La verificación del alto el fuego es ahora el primer objetivo", según fuentes de La Moncloa.

Zapatero, en una breve comparecencia, ayer, con los medios de comunicación, con motivo del 75 aniversario de FETE-UGT, confirmó su disposición a consensuar con el PP y los demás grupos parlamentarios el calendario del doble debate pendiente en el Congreso -el del estado de la nación y el de la petición de respaldo al diálogo con ETA-, condicionado este último a la verificación del alto el fuego efectivo de la banda.

"Si las circunstancias permiten que se hable del alto el fuego de ETA en el debate sobre el estado de la nación, así se hará", dijo. Pero insistió en que fijará su comparecencia "con las condiciones adecuadas y con el máximo consenso". Antes señaló que el debate sobre el estado de la nación no condiciona el "lógico tiempo y proceso" del Gobierno para fijar el alto el fuego.

La separación temporal de ambos debates topa con un problema técnico, y es que el 18 de junio se celebrará el referéndum sobre el Estatuto de Cataluña, lo que aconseja que la semana inmediatamente anterior, dedicada a la campaña, sea inhábil a efectos parlamentarios. Sobre este cuadro, Zapatero terminará de tomar la decisión del calendario, tras comunicarse en los próximos días con Rajoy.

Debates separados

El PP no quiere que estos dos debates se solapen. Así lo dijo Rajoy el martes y lo reiteró ayer Eduardo Zaplana, su portavoz parlamentario, informa Pilar Marcos. "ETA no puede contaminar por entero el debate sobre el estado de la nación, donde hay que debatir cuestiones tan importantes como el problema territorial, la situación económica, la educación o la inmigración", aseguró Zaplana. El portavoz insistió en que el PP no pone condiciones al Gobierno sobre "el procedimiento" del debate sobre el diálogo con ETA. "Lo único importante ahí es que el Gobierno verifique que los terroristas están dispuestos a disolverse y, por tanto, a poner fin a ETA. Luego que el presidente diga cuando considere oportuno lo que considere oportuno decir", apostilló.

Si se mantiene la fecha prevista para el debate sobre el estado de la nación, los días 30 y 31 de mayo y 1 de junio, la comparecencia del presidente para pedir el respaldo al diálogo con ETA podría ser la siguiente semana.

El debate sobre el estado de la nación seguirá las pautas tradicionales de todos los años, con la presentación de una comunicación previa. La novedad estriba en la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso para pedir el respaldo al diálogo con ETA. La Moncloa prevé una breve intervención de Zapatero, que vendría seguida de los representantes de los grupos parlamentarios, sin votación final.

Hoy, el presidente del Gobierno recibirá en La Moncloa al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, dentro de la ronda que inició con los grupos políticos para analizar la situación tras el alto el fuego de ETA. Zapatero ya ha recibido a los portavoces de todos los grupos parlamentarios en el Congreso, incluido el del PNV, Josu Erkoreka. Con esta reunión, Zapatero hace una excepción, en la que pretende reafirmar el "importante papel" que debe jugar el PNV en el proceso de paz en el País Vasco.

Zapatero dijo ayer en el acto de aniversario de FETE-UGT que pedirá a Imaz "la colaboración activa del PNV en este proceso". "Hasta ahora no tengo queja y quiero que esa actitud sea más sólida, y de manera singular con Imaz", añadió. El presidente del Gobierno quiere que el PNV juegue un papel clave en el proceso de reconciliación que se abrirá en Euskadi tras el final del terrorismo.