El presidente de Murcia busca en Londres inversiones para aumentar el desarrollo inmobiliario e industrial

Empresarios y políticos de Murcia, encabezados por el presidente regional, Ramón Luis Valcárcel (PP), celebraron ayer una jornada de trabajo en Londres a la búsqueda de nuevas inversiones. La industria, con el ejemplo de la exitosa presencia de General Electric, y el turismo, con el desarrollo de urbanizaciones costeras como principal reclamo, fueron los sectores a los que el Gobierno murciano dio prioridad para diversificar una economía que en el pasado vivió del monocultivo agrícola.

Mario Armero, presidente de General Electric en España y Portugal, expuso por la mañana el ejemplo de la satisfactoria inversión de esta multinacional norteamericana en Cartagena en 1990, que le llevó hace dos años a instalar una segunda planta de producción de plásticos. Valcárcel expresó la importancia de sectores como la química fina y la industria farmacéutica y de la creación de un sector de servicios fuerte para mantener el fuerte crecimiento de Murcia, que en los últimos años ha visto caer la tasa de paro del 27% al 7% y ha alcanzado el pleno empleo en ciudades como Cartagena.

El presidente murciano, que en el pasado reciente ha negado las acusaciones del PSOE de que tiene intereses inmobiliarios ilícitos, defendió en Londres la polémica apuesta de su Gobierno por un desarrollo turístico masivo basado en la construcción de nuevas zonas residenciales, que los críticos consideran incompatible con las carencias de agua que sufre la región.

Valcárcel hizo hincapié en que ese desarrollo está condicionado a la utilización de agua reutilizada y al respeto del medio ambiente en uno de los pocos tramos de costa mediterránea que no han sido destrozados por la construcción de viviendas, hoteles y residencias turísticas.

Un proyecto ambicioso

El proyecto de urbanización Marina de Cope, promovido por el Gobierno regional entre Lorca y Águilas, fue presentado por el consejero de Turismo, José Pablo Ruiz de Abellán, como el plan turístico más ambicioso de Europa, con una extensión de 21 millones de metros cuadrados, 18.000 plazas turísticas, una marina con 2.000 amarres, cinco campos de golf y 6,5 kilómetros de playa.

Francisco Sardina, director del Instituto de Fomento de la región, intentó despejar cualquier duda sobre la viabilidad medioambiental del proyecto haciendo hincapié en que los campos de golf se regarán con agua reutilizada y que los edificios residenciales estarán al menos a 500 metros de la línea de playa. "Murcia llega más tarde que otros y podemos evitar muchos errores", comentó Sardina.

La delegación murciana contó con el activo apoyo de empresarios, entre ellos Andrés Gil Buendía, cuya empresa familiar, Azor, lleva casi 60 años reciclando plomo. Ahora factura más de 15 millones de euros, incluido un millón de euros en el Reino Unido, gran consumidor de los afamados perdigones de plomo Azor, proveedor oficial de la Reina de Inglaterra.