Salud se plantea derribar la torre de 19 pisos del hospital de Bellvitge
La alternativa sería un edificio de estructura horizontal, que facilita el trabajo médico
La gran torre en forma de hexaedro del hospital de Bellvitge podría desaparecer. Ante la necesaria modernización de la unidad de hospitalización, ubicada en este gran edificio de 19 plantas y sus dos construcciones adosadas, de 9 y 13 alturas, el Departamento de Salud y el Instituto Catalán de la Salud (ICS) se están planteando la posibilidad de reformar las 19 plantas, piso por piso, o bien construir un nuevo hospital y derribar el actual, cuya estructura en vertical impide una ágil organización de la actividad médica. Según la dirección del centro, construir un nuevo hospital horizontal es más económico que reformar el actual edificio. Además se reduce la duración de las obras.
"Estamos analizando si es viable construir otro edificio en vez de reformar las tres torres. Por ahora prevalece esta última alternativa, pero puede resultar más cara", explicó ayer el gerente del hospital, Joan Berenguer, que añadió que "compatibilizar las obras en las plantas y la atención médica resulta muy complejo" y "supone prolongar" en el tiempo los trabajos de rehabilitación del edificio.
El hospital cuenta con unas 900 camas distribuidas en habitaciones dobles, "en condiciones desastrosas respecto a lo que debe ser un hospital moderno", señaló Berenguer. Para su completa renovación, se debería intervenir por fases planta por planta, vaciándolas una a una.
La gerencia del hospital sostiene que el objetivo es haber adoptado entre finales de este año y principios del próximo una decisión definitiva sobre qué tipo de obra se emprende,para poder iniciar las obras entre 2008 y 2009.
Modelo desfasado
En la actividad diaria, el personal médico critica la estructura del edificio. Construido hace 31 años a semejanza de otros centros que levantaba la Seguridad Social en sus inicios, como el del Vall d'Hebron, su verticalidad obliga al personal a desplazar a los enfermos de los pisos superiores, donde se encuentran las habitaciones, a la planta baja y a la -1, en las que se realizan las pruebas y los análisis.
"Es un modelo arquitectónico desfasado. Cualquier movimiento del paciente requiere usar el ascensor", comenta el secretario general de UGT en el hospital y a la vez enfermero del centro, Agustí Chavarría. Además el sindicalista recuerda el trágico suceso en el que siete personas murieron al caer un ascensor desde una altura de siete pisos el 21 de mayo de 1989. Aquel día, uno de los nueve ascensores de la torre de 19 alturas se desplomó al vacío desde el séptimo piso y causó la muerte de sus ocupantes. Estos acensores tienen capacidad para entre 15 y 20 personas, y pueden elevar una carga de 1.000 kilogramos. La causa del accidente fue la rotura de un perno que conectaba la cabina con las poleas del ascensor.
Chavarría subrayó ayer la dificultad de realizar una evacuación urgente en caso de incendio dada la configuración en altura del edificio.
El director de Infraestructuras y Servicios Técnicos del Instituto Catalán de la Salud, Joan Vila-Masana, subrayó ayer que "cualquier decisión de las que se contemplan [para la reforma del centro] puede ser correcta". Si bien reconoció que actualmente predominan las opiniones favorables a no construir una torre alta, Vlia- Masana señaló que levantar un nuevo edificio o reformar el actual responderá a la intención de lograr la mayor funcionalidad y la mejor intercomunicación entre este centro y el resto de las dependencias del hospital de Bellvitge. Si se mantiene la actual construcción, se deberá modificar el llamado punto de gravedad del hospital: las unidades de hospitalización descenderán a las plantas bajas y las de administración pasarán a los pisos superiores.
El Gobierno catalán lleva a cabo desde hace tiempo los estudios del proyecto de Nuevo Bellvitge, destinado a la renovación de todas las instalaciones del centro hospitalario. Finalizada la construcción del edificio de consultas externas, inaugurado hace una semana, en enero se inició el nuevo bloque quirúrgico y de urgencias, de cuatro Ambas dependencias tienen como fin descongestionar el viejo edificio, muy saturado.
Los quirófanos se trasladarán en 2009 a la nueva sede, dejando espacio libre en los pisos inferiores. Aun así, el representante de UGT insistió en que "el problema de la estructura vertical continuará existiendo".
Según la dirección del hospital, se trabaja a 10 años vista para dar respuesta a la demanda futura de plazas en una zona, el Baix Llobregat, cada vez más poblada. A la dignificación de las instalaciones y el aumento de la calidad asistencial contribuirá también la habilitación de un número indeterminado de habitaciones individuales.
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