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La Generalitat reitera que quiere vuelos intercontinentales en El Prat

La aerolínea de bajo coste despierta recelos en la plantilla de Iberia

El Gobierno catalán celebró ayer el lanzamiento de una compañía de vuelos baratos, impulsada por Iberia y con sede en Barcelona, aunque de forma contenida. Su objetivo es potenciar el aeropuerto de El Prat con vuelos intercontinentales, y no de bajo coste, según destacó ayer el secretario de Movilidad, Manuel Nadal, quien también lanzó críticas contra Iberia. Según dijo, la compañía "tapa" con la nueva aerolínea "un agujero" de espacios de vuelo que ha dejado de utilizar en Barcelona, tras haber dejado de operar algunas rutas. El proyecto ha despertado recelos en los trabajadores de Iberia, que sienten su empleo amenazado, y entre los sindicatos, que reclaman empleo de calidad.

"Nos gustaría que las grandes compañías apostasen por Barcelona, no con vuelos de bajo coste, sino con vuelos intercontinentales, y nuestro trabajo en la Generalitat está destinado a ello", destacó ayer el secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal.

Aunque consideró una "buena noticia" la puesta en marcha en el aeropuerto de El Prat de la nueva aerolínea de bajo coste, insistió en que el objetivo del Gobierno catalán es aprovechar la ventaja competitiva que supone la posición geográfica del aeropuerto barcelonés para enlazar rutas hacia el Este, Asia, Oriente Próximo y Extremo Oriente.

En el aeropuerto de Barcelona existe la posibilidad de aumentar los slots (derechos de despegue y aterrizaje) hasta 90, y Nadal alertó ayer contra la posibilidad de que "el efecto de Iberia de salvaguardar sus slots significase la pérdida de vuelos a América, Asia, Tokio o Dubai".

En este sentido, fuentes de Iberia sostienen que los permisos que han abandonado ya se han perdido, porque así lo marca la legislación europea. La nueva aerolínea tendrá que solicitar los que considere oportunos a AENA (el organismo público que gestiona los aeropuertos).

El consejero de Comercio y Turismo de la Generalitat, Josep Huguet, afirmó que la compañía aérea, que comenzará a operar en octubre, "podrá compensar en parte alguna de las mermas de vuelos que haya podido producir" Iberia. Aunque opinó que el "transporte barato no es malo", se mostró partidario de apostar por la calidad y la diversidad.

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Huguet también celebró la presencia de capital catalán en la nueva compañía, en referencia a la familia Carulla, propietaria de Agrolimen, que participa en el proyecto junto con los Fluxà, los Serratosa y un grupo vinculado a la constructora ACS, de Florentino Pérez.

Algunos grupos políticos intentaron ayer apuntarse un tanto con esta operación. Mientras que Miquel Iceta, del PSC, señaló que la creación de la aerolínea en Barcelona se le debía agradecer el ministro de Industria y Turismo, José Montilla, el portavoz de CiU, Felip Puig, atribuyó el éxito a la etapa de gobierno de CiU.

Por su parte, CC OO considera que se abre la puerta a más precariedad laboral y el sindicato SEPLA avanza que defenderá los derechos de los pilotos si se ven amenazados.

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