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Entrevista:JOSÉ RODRÍGUEZ DE LA BORBOLLA | Ex presidente de la Junta de Andalucía | La reforma del Estatuto

"El estatuto andaluz y catalán son absolutamente equiparables"

Luis Barbero

José Rodríguez de la Borbolla (Sevilla, 1947) defiende que el proyecto de Estatuto sitúa a Andalucía en pie de igualdad con la reforma auspiciada desde Cataluña. Ya apartado de la política, Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía, considera que no hay que dramatizar si el Estatuto sale adelante sin el apoyo del PP.

Pregunta. ¿Le gusta la definición de Andalucía como una "realidad nacional" en en el preámbulo del futuro Estatuto?

Respuesta. Me parece que la definición, la descripción de la realidad política de Andalucía compete hacerla a los responsables. Me parece bien cualquier cosa que se decida en este sentido, que parte de una realidad: Andalucía tiene personalidad propia y una historia y un papel que se ha ganado a pulso en el conjunto de España. Dicho eso, la posible deriva particularista en la construcción del Estado de las Autonomías entre 1978 y 1982 fue imposibilitada por Andalucía. Fue imposible por la posición que se adoptó en Andalucía y que se ganó en referéndum. La huida hacia delante de algunos nacionalismos más o menos insolidarios, reconcomidos por el pasado, también se va a abortar desde Andalucía. En ese contexto hay que entender las afirmaciones que hace el Estatuto. Lo que tiene que quedar claro es que Andalucía no acepta la desigualdad. Diferencias, sí, pero no desigualdades.

"Estoy muy tranquilo sobre el futuro. Ahora mismo, tiene poquísima importancia que el PP esté o no esté en la reforma"
"No me sorprende la actitud del PA. Ahora mismo, el PA va cuesta abajo, sin freno, sin rumbo y sin conductor"
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P. ¿Por qué está tan seguro de que desde Andalucía se va a abortar esa deriva de los nacionalismos insolidarios?

R. El Estatuto que se está pergeñando, de acuerdo en su contenido con la Constitución, equipara a Andalucía con el nivel máximo de competencias que se puede tener. Hay quien dice: 'hombre, es que esto es igual que el catalán'. Pues sí, y no. También se puede decir que el Estatuto catalán es como es porque lo hemos hecho entre todos. Más o menos directamente, pero el Estatuto catalán es el producto, no sólo del impulso catalán, sino de la España actual. El Estatuto catalán y el Estatuto andaluz son el resultado de la evolución de la España actual. Y con estatutos equiparadores se abortan las huidas hacia delante de los nacionalismos.

P. En el inicio del debate del Estatuto catalán se hablaba del riesgo de desigualdad entre las comunidades autónomas. ¿Cree que ese riesgo ha desaparecido tras los cambios introducidos en las Cortes?

R. Estoy absolutamente convencido.

P. Utilizando la expresión del presidente del Gobierno, ¿ha quedado limpio como una patena?

R. Pues yo diría que sí. ¿Por qué? En cuanto a la identificación de Cataluña: ustedes dicen que son lo que son; díganlo, reconózcase, que ustedes piensan que son lo que son en el preámbulo. Competencias: se incrementan y se limpian las interferencias. Financiación: tres cuartos de lo propio. El Estatuto de Cataluña ha quedado muy pulido.

P. ¿Qué opina del debate suscitado en España sobre la definición de Andalucía como realidad nacional en el preámbulo?

R. Parece que ahora es el momento que le ha tocado a algunos escandalizarse. No tienen razón. Afortunadamente, en el momento actual ni el PP ni Esquerra Republicana están decidiendo el futuro de España. Creo que eso va a ser así a corto y medio plazo, y, como sigan por ese camino, puede que a largo plazo.

P. El Gobierno ha advertido al PP de que rechazar el Estatuto de Andalucía puede situarles fuera de juego de la política autonómica varias décadas más.

R. El PP está pagando todavía haberse quedado fuera del proceso autonómico andaluz hace ya más de 25 años. Y es posible que de seguir por este camino, lo sigan pagando.

P. ¿Ve analogías entre el debate estatutario de hace casi tres décadas y el actual?

R. En aquellos momentos, creo que por parte de la derecha había una posición más de fondo, de negativa a aceptar ideológicamente una realidad. Ahora por parte de la derecha hay un afán electoralista y una actitud coyunturalista. En sus ocho años de gobierno, primero en alianza con CiU y el PNV y luego solitos, el PP ha transformado el sistema de financiación en el sentido en que se está consolidando ahora. Ha reconocido ejercicios de competencias a Cataluña, por ejemplo en materia de puertos, en el sentido en que se están consolidando ahora. En definitiva, ha estado practicando una política que ahora niegan de forma farisea.

P. ¿Y por qué cree que el PP hace ese discurso?

R. Se están moviendo atrapados por sus propias contradicciones y por el hecho de que su equipo dirigente es el que perdió las últimas elecciones. En las democracias europeas, salvo el caso de Winston Churchill, no ha habido nunca ningún supuesto en que un grupo gobernante pierda las elecciones desde el gobierno y pueda tener la oportunidad de volverlas a ganar con ese mismo equipo desde la oposición.

P. ¿Recomendaría algo a Javier Arenas?

R. No estoy para recomendarle nada a nadie, pero me parece que el proyecto de Estatuto de Autonomía va a salir adelante. Y puede salir con el PP incorporado a la aventura de construir ese futuro de Andalucía o puede salir sin el PP. Eso no es malo en el momento actual.

P. ¿Por qué dice que no es malo ahora?

R. Hace unos meses, todos habríamos dicho 'hombre, es mejor que estemos todos juntos y que lleguemos al consenso', pero tal como se han desarrollado los acontecimientos importa mucho menos que el PP no firme el Estatuto.

P. Entonces, ¿no hay que dramatizar si el Estatuto se aprueba sin consenso?

R. Absolutamente nada. ¿Por qué? Todo el mundo sabe que es una posición coyunturalista, no es una posición de fondo. Hace unos meses, cuando no se llegaba a un acuerdo en el Estatuto de Cataluña, me preocupaba la situación de España. ¿Quién iba a decir hace unos meses que Batasuna iba a decir que cuatro cócteles molotov eran una práctica inaceptable? Eso pasa hoy y estoy realmente optimista en cuanto al futuro de España y en cuanto a las posibilidades de Andalucía. No hay peligro de que haya trato discriminatorio entre territorios. Estoy muy tranquilo y pienso que ahora mismo tiene poquísima importancia que el PP esté o no esté en la reforma.

P. ¿Y le sorprende la actitud del PA?

R. No. El PA ahora mismo va cuesta abajo, sin freno, sin rumbo y sin conductor.

P. El PA pone el acento en las diferencia con el Estatuto catalán y usted dice que es equiparable con el andaluz.

R. Son absolutamente equiparables. Hay que tener en cuenta que la iniciativa de reforma del Estatuto de Andalucía fue lanzada antes que la de Cataluña. Chaves supo valorar con antelación la necesidad de la reforma. El resultado es que la reforma de los estatutos se está haciendo con impulsos compartidos, con todos los protagonistas en la mesa.

P. ¿Qué piensa cuándo escucha que España se rompe?

R. Que no. Algunos partidos políticos piensan que lo de los aeropuertos es demasiado. Pero yo creo que eso no tiene importancia y que no se rompe nada. El papel del Estado está en el diseño de las políticos, en el equilibrio entre los territorios, en las políticas básicas.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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