La inversión industrial baja en 2005 por cuarto año y Alicante registra la peor cifra desde 1986

La inversión industrial valenciana bajó el año pasado y acumuló el cuarto ejercicio consecutivo de caída, según los datos de la Consejería de Empresa. El esfuerzo inversor de la industria valenciana, en concreto, bajó un 10,7% en 2005. La peor evolución la registra Alicante, donde la inversión industrial se desplomó el año pasado con la cifra más baja desde el año 1986. En conjunto las empresas industriales invirtieron el año pasado en territorio valenciano poco más de 314,2 millones de euros, lo que supone 38 millones menos de lo que gastaron el año anterior.

El informe del Consell deja claro que el año pasado fue el cuarto ejercicio consecutivo en el que este dato registra descensos. La inversión industrial de 2001 ascendió a 861,7 millones de euros. La debilidad inversora procede de los proyectos de ampliación, que bajaron un 30,2%, mientras que el dinero gastado en nuevos proyectos creció un 4,7%.

La mala evolución de estas cifras va de la mano de los datos de Alicante. La complicada situación industrial que atraviesa la industria manufacturera en esta provincia (que concentra la producción de calzado o juguete) queda clara también al observar estos datos. El informe de Empresa indica, de hecho, que la inversión industrial en esta provincia en 2005 fue de 47,3 millones de euros, "lo que representa la cifra más baja desde 1986", apunta el análisis. El desplome inversor en Alicante a lo largo del año pasado se cifró en un 61,7%, respecto de 2004.

En Castellón, por el contrario, la apuesta inversora mejoró un 44,3% en 2005 en relación con el año anterior. El elevado incremento de la inversión industrial en Castellón compensa su comportamiento en 2004 y 2003, cuando resultó muy débil. El arranque de nuevos proyectos y el sector azulejero consumen el grueso de ese crecimiento

Valencia es la provincia que mantiene una situación más estable. La inversión industrial en la provincia mejoró un 3,8% en 2005.

El desglose por sectores, de nuevo, evidencia la crisis de la industria tradicional, la estabilidad del azulejo y la buena marcha, entre otros, del sector de la construcción. Así, la inversión en el textil y el calzado es la más débil de la serie histórica. También sufre un fuerte recorte inversor el sector de la madera. Por el contrario, la fabricación de materiales de construcción o la edición y artes gráficas son algunas actividades que mejoran sus cifras.

Fuentes empresariales apuntan dos posibles razones para explicar la evolución de la inversión industrial. Por un lado, el bache que atraviesan varios de los sectores industriales tradicionales es profundo y se deja sentir hasta el punto de que muchos empresarios renuncian a invertir en sus propias industrias.

Por otro, muchas empresas industriales medianas o pequeñas contratan servicios de gestión, externalizan muchas actividades, y el posible incremento de esos gastos se considera inversión en el sector de servicios pero no en el propio sector industrial

La Consejería de Empresa, por su parte, defiende que la inversión industrial se ha estabilizado después de un esfuerzo inversor "muy fuerte" en años anteriores. Un portavoz del departamento que dirige Justo Nieto explica que buena parte de los recursos que manejan las empresas industriales se desvían a "generar innovación, a desarrollar la inversión y a explorar nuevos mercados". El mismo portavoz de Empresa asegura, finalmente, que también se ha detectado un fuerte esfuerzo inversor en recursos humanos en busca de capital cualificado y especializado.