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El PSOE denuncia una "ofensiva brutal" del PP contra el Estatuto de Andalucía

Los socialistas inician una campaña a favor de un texto que "nada ni nadie podrá parar"

Lourdes Lucio

Hace 26 años, la bandera del agravio de no ser más pero tampoco menos que nadie fue lo que hizo posible que Andalucía aprobara en referéndum acceder a su autogobierno por la misma vía que la Constitución reservaba para Cataluña, País Vasco y Galicia. Y esa bandera es la que un cuarto de siglo más tarde ha vuelto a alzar el PSOE ante lo que consideran una "ofensiva brutal contra Andalucía" del PP, por haber incluido en el Preámbulo de la reforma del Estatuto la alusión a la "realidad nacional". Los socialistas iniciarán una campaña explicativa y defenderán "con firmeza absoluta" en el Congreso esa definición.

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"Nada ni nadie puede parar el proceso; nada ni nadie nos va a sacar del club de las comunidades del 151; y nada ni nadie evitará que Andalucía tenga un Estatuto homologado como el que más. Saldrá adelante con o sin el PP, como en 1980". Esta declaración del secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, va a formar parte del argumentario que los socialistas van a emplear en una campaña explicativa sobre la reforma del Estatuto, una vez que el pleno del Parlamento apruebe el próximo 2 de mayo la proposición de ley.

Tres días más tarde, la presidenta del Parlamento, Mar Moreno, registrará la iniciativa en el Congreso, cuyo debate de toma en consideración está previsto el 23 de mayo.

Los socialistas anunciaron esta campaña para frenar la, a su juicio, "ofensiva brutal" protagonizada por la "derecha andaluza, el centralismo y los nacionalistas radicales", ante la decisión de "homologar" el futuro Estatuto andaluz al catalán.

Las reacciones en contra de la propuesta de reforma, cuestionando la decisión de defender similares elementos simbólicos, competenciales o de financiación que otras comunidades, ha hecho que PSOE e IU se envuelvan en la bandera de "no permitir agravios". Y pese a la indiferencia ciudadana que provoca el debate de la definición, los socialistas saben muy bien que los andaluces no soportan que se les niegue la igualdad.

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La fórmula Clavero

Pizarro subrayó en tres ocasiones que la propuesta de incluir el término "realidad nacional" en el Preámbulo -en el articulado la definición es nacionalidad histórica- fue del ex ministro de la UCD Manuel Clavero Arévalo, mentor político del presidente del PP andaluz, Javier Arenas. En una comparecencia en el Parlamento, el pasado 6 marzo, Clavero apostó por incluir la siguiente redacción: "La Constitución española, en su artículo 2, reconoce la realidad nacional de Andalucía como nacionalidad".

Los socialistas andaluces la asumieron en una enmienda presentada para el Preámbulo, en la creencia de que así podrían atraer al PP y, sobre todo, al Partido Andalucista, al consenso, algo que no ha sido posible.

Esta es la razón que llevó al PSOE andaluz a apostar por una redacción que no forma parte de su acervo ideológico. Posteriormente han dado otros argumentos como el de que persiguen un Estatuto en plano de "igualdad" con el de Cataluña. Y aún han añadido un tercero cuando al filo de la medianoche del jueves se aprobó en comisión la proposición de ley de reforma: por si "hay algunas consecuencias posibles desde el punto de vista jurídico del hecho de que en el Preámbulo se reconozca o no determinada singularidad", dijo el portavoz socialista, Manuel Gracia, cuando hasta ahora habían mantenido que el prólogo de los estatutos no tienen tales consecuencias. En el debate de la comisión, también quedó claro que no será por la definición por lo que el PP no apoyará la reforma. Así lo dijo su portavoz, Antonio Sanz: "Quitando realidad nacional no solucionan el verdadero problema de este Estatuto. El verdadero problema de este Estatuto es que la definición de realidad nacional contemplada en el Preámbulo es el verdadero leit-motiv que incorporan luego al articulado del texto".

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