El gigante ruso Gazprom se enfrenta a la UE por sus planes de expansión europeos

Las ambiciones de expansión en Europa de Gazprom, monopolio ruso del que depende un 25% del gas que abastece el Viejo Continente, han provocado un choque entre la empresa y la UE. El gigante ruso ha advertido a la UE de que los "intentos de limitar" su actividad "no darán buenos resultados", con la amenaza velada de que puede vender su gas en otra parte, como China. Bruselas le exigió ayer que "cumpla sus compromisos". Gazprom tiene un pacto con E.ON, en pugna por Endesa, por el que la alemana puede acceder a su gas, y la rusa, participar en sus operaciones en Europa.

Los orígenes del choque serían las informaciones publicadas esta semana en la prensa británica en el sentido de que el Gobierno del Reino Unido prepara cambios en la ley de fusiones que cambiarían las reglas de juego para evitar que Gazprom pudiera hacerse con el mayor distribuidor de gas del país, Centrica. Sin embargo, el portavoz de la compañía, Serguéi Kupriánov, señaló ayer que Gazprom simplemente quería hacer comprender que Gazprom tiene alternativas a la hora de vender gas. "Si la UE necesita nuestro gas, debe tomar en cuenta nuestros intereses", dijo.

La advertencia de Gazprom se concretó el pasado martes en una reunión entre su presidente, Alexéi Miller, y los embajadores de los Veinticinco. La discusión fue "abierta y concreta", según el comunicado final.

"Politizar" el negocio

"Los intentos de limitar la actividad de Gazprom en el mercado europeo y de politizar los problemas de abastecimiento de gas, cuando sólo son de naturaleza económica, no darán buenos resultados", advirtió Miller.

El presidente de la compañía dejó caer su advertencia después de recordar que Gazprom "continuará siendo el principal suministrador de gas natural a Europa" y de explicar la estrategia de diversificación de mercados que está llevando a cabo Rusia. "Estamos asimilando activamente nuevos mercados, como Norteamérica o China", señaló, para subrayar que "la competencia por los recursos energéticos aumenta".

También hubo palabras tranquilizadoras. Gazprom pidió que no hubiera "dudas" sobre su disposición a seguir siendo "el garante de la seguridad energética de los consumidores europeos". Además, Rusia aún no posee gasoductos a Asia ni fábricas de gas natural licuado para exportarlo a EE UU.

Sin embargo, la reunión con Miller disparó la alarma en Bruselas. La Comisión Europea exigió ayer al primer suministrador de gas del continente que "cumpla con sus compromisos comerciales" y no emplee como amenaza su voluntad de diversificar su clientela, informa France Presse.

"La Comisión espera de todos sus proveedores que respeten sus compromisos y espera que esta empresa lo haga", enfatizó un portavoz de la Comisión. La diversificación -por razones de seguridad y económicas- "no puede emplearse con otros fines", añadió.

El proyecto más ambicioso de Gazprom es la construcción del mayor gasoducto que existirá en Europa, buena parte de él bajo el mar Báltico. La empresa responsable del proyecto, North European Gas Pipeline (NEGP), está participada por Gazprom (51%) y, cada una con un 24,5%, las alemanas BASF y E.ON. Y tiene al ex canciller alemán Gerhard Schröder como presidente de su comité de accionistas.

Pero los acuerdos con E.ON van más allá del gasoducto, según la información difundida por el grupo energético el pasado 4 de noviembre, tras una reunión entre Miller y el consejero delegado de E.ON, Wulf Bernotat. E.ON -que pugna con Gas Natural por hacerse con la española Endesa- puede participar con un 25% del yacimiento siberiano de Yuzhno Russkoye, informa Ariadna Trillas. A cambio, Gazprom puede optar a participaciones "de un valor equivalente en las operaciones en las ventas de gas y electricidad en Europa de E.ON".