Japón suspende las donaciones al Ejecutivo de Ismail Haniya

El atentado terrorista en Tel Aviv y su justificación por parte de portavoces del grupo integrista Hamás han provocado un enorme agujero en el ya frágil canal de donaciones económicas a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El bloqueo promovido por EE UU y la UE, que piden al Ejecutivo de Hamás que reconozca el Estado de Israel y renuncie a la violencia, se ha visto reforzado por la decisión de Japón de suspender la ayuda.

Los dirigentes de Hamás, en especial el responsable de Economía, Omar Abdel Razek, calificaron de "mazazo" el anuncio del Ministerio japonés de Exteriores, que condiciona la asistencia económica a que el nuevo Gobierno demuestre su compromiso con la paz. Todo un mazazo, efectivamente, pues Tokio es uno de los principales donantes de la ANP, con 685 millones de euros desde 1993. Japón ha asegurado que seguirá colaborando en los proyectos humanitarios canalizados a través de la ONU.

De momento, el consuelo de Hamás en su desesperada campaña para recaudar fondos que alivien el enorme déficit y casi bancarrota de la ANP, lo ha encontrado en Qatar, Irán y Rusia, que en los últimos días han prometido ayudas económicas. El primer ministro palestino, Ismail Haniya elogió ayer a estos países. El portavoz del Gobierno, Razi Hamad, aseguró que son capaces de recaudar 300 millones de dólares (244 millones de euros) en menos de un mes, pero reconoce "problemas" para transferir ese dinero a los territorios palestinos.

Algunos dirigentes políticos y directivos de bancos árabes han reconocido que el boicoteo internacional y, sobre todo la firme postura de EE UU, obstaculiza la llegada de las ayudas al Gobierno palestino. Ayer, a raíz del atentado de Tel Aviv, la Administración Bush endurecía su discurso contra el Ejecutivo de Haniya, advirtiéndole que "la defensa o el patrocinio de actos terroristas por parte de funcionarios del Gobierno palestino tendrá graves consecuencias".