Zapatero, un incómodo referente para la izquierda

Desde la película Viva Zapatero hasta la portada del suplemento de La Repubblica, pasando por la prensa o por las novedades editoriales, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido un referente incómodo para la izquierda italiana -incluso a veces para la propia derecha- durante la campaña electoral que terminó ayer, aunque el fenómeno del zapaterismo arranca antes, con la retirada de las tropas españolas de Irak y la aprobación de la ley sobre el matrimonio homosexual.

"Es un referente sobre todo para los votantes de izquierda, no para los dirigentes. Los electores estiman la laicidad, la retirada de Irak y su enfrentamiento con la prepotencia de la Iglesia", explica la actriz y cómica Sabina Guzzanti, directora del documental Viva Zapatero, en el que relata su experiencia con la censura cuando un programa en el que parodiaba a Berlusconi fue fulminado de la parrilla de la RAI tras la primera emisión. "Existe un enorme interés por parte de la gente, que no está directamente metida en los partidos del centro-izquierda, porque ha salido de Irak y ha resistido las presiones de la Curia, pero las formaciones políticas intentan ignorarlo", afirma el periodista Marco Calamai, autor del libro de entrevistas Zapatero. El socialismo de los ciudadanos, editado en febrero en Italia y que en mayo publicará la editorial Península en España.

Una parte importante del centro-izquierda rechaza legalizar las uniones homosexuales

En la sede de La Unión, la coalición de centro-izquierda a la que los sondeos auguran la victoria en los comicios del domingo y lunes, Ricardo Franco Levi, principal asesor político del candidato Romano Prodi, es tajante: "La experiencia española ha sido seguida con interés en Italia, pero no es en absoluto el modelo por el que suspira nuestra coalición". Para Furio Colombo, periodista, autor de un libro de entrevistas con Prodi y candidato al Senado por los Demócratas de la Izquierda (DS), el principal problema está en la ley de matrimonio homosexual, que una parte muy importante del centro-izquierda, empezando por el propio Prodi, católico practicante, rechaza. Además, con una diferencia como la que auguran los sondeos (entre 2,5%y 5%), una fuga del voto católico podría ser fatal.

La retirada de Irak es también un problema para La Unión, en un país que se opuso a la guerra con tanta vehemencia como en España y cuyas tropas han sufrido un atentado salvaje en Nasiriya, donde Roma mantiene un contingente de 2.600 soldados -el cuarto más importante-. Tanto Prodi como Berlusconi han anunciado la retirada este mismo año, pero siempre de "acuerdo con las autoridades iraquíes".

"La mala imagen que puede tener Zapatero entre una parte de la izquierda italiana viene de la ley a través de la que garantizó los derechos civiles a los homosexuales, una garantía que si ganamos las elecciones no podremos evitar conceder, aunque sea con un nombre diferente al de matrimonio", señala Colombo. Pero su posición es minoritaria dentro de la coalición y muchos analistas creen que las uniones de hecho, que no están reguladas en Italia, es un tema sobre el que pasará de puntillas la Unión si llega al Gobierno.

Pero las referencias a España no han venido sólo desde la izquierda. Berlusconi, en su ofensiva para ganar votantes en todos los frentes, ha tratado de arañar sufragios femeninos. "El lunes en el debate de televisión, Berlusconi-Zelig se transformó en Zapatero", dijo el diario económico Il Sole 24 ore sobre la promesa de Il Cavallieri de elegir a una vicepresidenta si gana los comicios.