De fábrica de motores y máquinas a casa de arquitectura
La antigua fábrica Oliva Artés se encuentra en el cogollo del 22@, muy cerca de la colonia de Can Ricart y próxima a Ca l'Aranyó, y al lado del futuro parque central del Poblenou, diseñado por el arquitecto Jean Nouvel: un punto del Poblenou en el que dentro de unos años se podrá ver la yuxtaposición de la edificación actual de torres de cierta altura -prácticamente frente a la Oliva Artés se alzará el hotel de Dominique Perrault de 120 metros de altura- con la preservación del testimonio industrial.
Mientras que la historia de Can Ricart y Ca l'Aranyó responde a la implantación de fábricas textiles en el Poblenou desde mitades del siglo XIX, la de Oliva Artés es diferente. Ésa fue una fábrica de ingenios, de máquinas y de motores. La fábrica era en realidad varias naves que se alzaban en el solar donde ahora se encuentran las calles de Pere IV, Espronceda y Marroc. Fue fundada en 1878 como taller especializado en la construcción y reparación de máquinas por encargo. Andreu Oliva, su fundador, introdujo los generadores de vapor y los talleres crecieron al compás de la demanda. Cambió de nombre en 1914, pero siguió en manos de la familia hasta una tercera generación. La crisis industrial de la década de 1970 pasó factura a los talleres que componían la fábrica Oliva Artés y en 1978 presentaron suspensión de pagos. Un total de 18 trabajadores constituyeron la sociedad cooperativa Toasci Talleres Oliva Artés y siguió funcionando hasta el arranque de la transformación que ha supuesto el 22@. Una de sus naves se ha rehabilitado por completo y en breve se convertirá en un cuartel de la Guardia Urbana.
Universidades
Ahora se ha decidido que en el tronco central de la antigua fábrica de tres naves se ubicará el Centro de Arquitectura. Pero ha tenido otros novios. Por ejemplo, la sociedad 22@ propuso ubicar lo que bautizaron como la casa de las TIC (tecnologías de la información y comunicación). Una suerte de ingenios para mostrar el funcionamiento de la tecnología, que, por avanzada, a veces cuesta más entender. No cuajó y como ha ocurrido con otros espacios industriales que se han preservado quedarán bajo la batuta de instituciones y administraciones: a Ca l'Aranyó irá Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra; a la antigua fábrica, también textil, de Can Jaumandreu irá la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) y en lo que fue la antigua fábrica de Josep Canela -a un paso del coloso de la torre Agbar, en la calle de Ciutat de Granada- se instalará la Universidad de Barcelona, que ubicará los estudios de masters y posgrados.
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