El 'edificio hamburguesa' y el patio zen

Sean o no de su gusto, los ciudadanos que acceden a las viviendas de protección oficial no pueden quejarse de las buenas intenciones de quienes las diseñan: "La arquitectura debe ser algo íntimo", dice el portugués João Carrilho da Graça. En Lisboa trabaja por dar vistas al mar a los habitantes de una casa en una colina. En el cada vez más tapizado páramo de Sanchinarro hará "una edificación de ladrillo que envuelva una frondosa zona central".

El británico Peter Cook, encantado con "la vitalidad de la juventud madrileña", defiende con vehemencia su concepto de edificio hamburguesa: entre una capa inferior de servicios y otra superior de vegetación y juegos, se sitúa en medio el factor humano, en viviendas azules que miran al horizonte, a la luz y al sol. Lo pondrá en práctica en su primer proyecto español, en Vallecas.

En Carabanchel, los españoles Cánovas y Maruri planean un bloque "inteligente" con terracitas de colores concebidas como huerto y jardín, soleado en invierno y fresco en verano. "A través suyo se produce la transpiración del edificio y las viviendas". En el mismo barrio, José González Gallegos se ha atrevido a colocar entre los bloques que ha construido un jardín zen. Su objetivo: el disfrute visual y el relax.